Este verano he hecho algún helado, pero no demasiados porque los como solamente yo. En mayo y junio compré muchas cerezas porque estaban deliciosas y ya, al final de temporada, congelé mucha cantidad. De hecho, todavía me quedan en el congelador. Quitar el hueso es fácil pero cuando la cantidad es considerable te pegas una buena sentada. El trabajo vale la pena si cuando ya no hay en el mercado, te valen para disfrutar comiendo helados. Ya compartí el Helado de fresa y cereza pero cuando todavía estaban a nuestra disposición en mercados y supermercados.
También este verano las sandías que he comprado me han salido riquísimas y como ya os vengo contando, compradas a agricultores de cercanía. Mi hermana me trajo una que estaba demasiado madura y preferí congelarla para hacer helados. Esa tarde que vinieron les ofrecí un buen vaso de Espuma de sandía helada pero como se la comieron toda, no pude cambiarlas fotos. Esta espuma ha estado este verano muy de moda por Instagram y está muy buena, pero para mi gusto, llena un poco debido a las claras de huevo. Si leéis mi receta publicada hace once años, indicaba ya entonces, que había añadido solo una clara por eso. Es una receta inventada por la gente de Vorwerk y la puedes preparar con cualquier otra fruta. También en el blog tenéis una Espuma de melocotón, ésta ya con fotos mucho más bonitas que la de sandía y que lleva Leche evaporada montada en lugar de claras. Ahora que hay melocotones bien ricos, no os la perdáis.
El que sí que lleva dos claras de huevo y fue un éxito cuando lo publiqué en Thermofan, es el TRIFRUTI, cremoso helado. Me he molestado en mirar las visitas que ha tenido desde su publicación y superan las cuatro mil, por lo tanto, el éxito no fue solamente en esas fechas. Tendré que volver a hacerlo y cambiar la horrorosa foto. Me comprometo a ello porque todavía estamos en verano.
En el helado que hoy os muestro, aprovecho esa sandía congelada que me trajo mi hermana en parte y otra porción de cerezas congeladas, sí las de aquella sentada para recordar. Lleva también yogur y además, un poco de almendra molida recién comprada que lo enriquece y se aprecia en la textura rugosa del helado. Como todas mis recetas, está poco dulce y queda cremoso. Y como me lo fui comiendo y quedaba muy poco, me limité a llenar un vaso con virutas hechas con una cucharilla y así os lo presento. En las fotos podéis ver una pequeña sandía que le cogí al agricultor y cuando la abrí como era lógico, se ve que no había cogido todavía color.
Como aproveché un resto de cerezas y una sandía muy madura, este helado es el que inicia las aportaciones de mi proyecto, 1 +/-100, desperdicio 0 de este mes de septiembre. Si os interesa echar un vistazo a las del mes de agosto, pinchad el enlace. Si no tenéis cerezas, acompañad la sandía con cualquier otra fruta, pero añadidle almendra a gusto.
Espero que sea de vuestro agrado.
Pinchad en el siguiente enlace que os dirige a los recopilatorios de cada mes para que podáis acceder fácilmente a todas las recetas presentadas en 1 +/-100, desperdicio 0 y En buena onda desde su inicio. Y si queréis saber en qué consisten los proyectos, pinchad en los enlaces o en los logos. Os invito a participar.
Ingredientes
- 350 g de sandía congelada
- 400 g de cerezas congeladas
- 100 g de azúcar de abedul o azúcar o a gusto
- 2 yogures desnatados o no
- 50 g de almendra molida
Antes de empezar…
- Si es temporada de cerezas, lavarlas y quitarles el hueso con el deshuesador de cerezas controlando que no se nos escapa ni uno. Cortar la sandía en trozos no demasiado grandes. Colocar la fruta en una bolsa de congelación. Introducir la bolsa en el congelador para que quede de forma horizontal y que no se apelmace la fruta. Si no se tiene la almendra molida, triturarla en la TMX o en un robot o procesador.
Preparación en TMX
- Poner en el vaso el azúcar de abedul o azúcar y programar, 15 segundos, velocidad 10. Bajar hacia el fondo del vaso con la espátula.
- Añadir las frutas y programar, 15 segundos, velocidad 8. Al haber mucha cantidad de fruta, es mejor introducir la espátula por el bocal. Después, bajar los ingredientes hacia el fondo del vaso y repetir la operación hasta que esté bien triturado.
- Añadir el yogur y la almendra molida y programar, 40 segundos, velocidad 5. Al igual que en el paso anterior, al tener mucha cantidad de helado en el vaso, será necesario repetir la operación e introducir la espátula por el bocal. Servir inmediatamente o congelar en una tarrina.
Preparación tradicional - Poner en el vaso de un robot o procesador las fresas, los plátanos y el azúcar de abedul o azúcar. Triturar bien hasta conseguir una textura cremosa.
- Servir en seguida o congelar.
Notas:
- Si no se tiene ningún procesador o robot, será tan sencillo como batir las frutas frescas con el resto de ingredientes utilizando la batidora de mano y después congelar. Sacar el helado de cuando en cuando, picarlo con un tenedor y volver a congelarlo.
Bon profit!
Buenas tardes, Marisa: ¿Te puedes creer que no he comido un helado en todo el verano? Si llego a ver el tuyo, lo intento porque este año me llevé la THX a la playa y sandía tenía 😂 Ya lo dejaré para otro año porque ahora con mínimas de 10º lo único que apetece son cositas calientes.
ResponderEliminarBesos 😘😘😘
Todo el verano queriendo hacer helado y me traes esta delicia. Además de sano tiene que estar rebueno. Besos!
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