Siempre comento que en casa las tortillas las solemos comer para cenar y como no somos un batallón de gente, son pequeñas y hasta puede sobrar y todo. Tal vez, la tortilla de calabacín es mi preferida porque en verano teníamos matas de calabacines verde claro y mi madre hacía tortillas muy finas que iba colocando una sobre otra. Era verano y las comíamos frías, sin más. Yo he mantenido esa costumbre sin pasarme en cuanto a la cantidad ya que no llegamos a ser tantos en la mesa como éramos en aquellos veranos de campo y mesa a la fresca.
Ahora, podemos encontrar este calabacín más fácilmente en otras temporadas, aunque a veces dejan de traer. El que compré al agricultor era verde oscuro y lo fui utilizando, pero me sobraron unas rodajas que guardé en un recipiente distribuidas entre dos hojas de papel de cocina. Se conservaron a la perfección varios días. También en verano, el pisto lo cocino a menudo y fue una solución rápida cuando mi hijo y Ana nos avisaron con poco tiempo de que venían a cenar, pero que no hiciera nada… Cuando llegaron el pisto y un huevo frito junto con pan casero, conformaron nuestra cena sencilla y sin complicaciones.
Sobró pisto y el calabacín seguía en la nevera gritando a voces su SOS particular para no llegar a ser convertido en materia orgánica. Pensé en cuajar una tortilla pequeña, pero no tenía suficiente calabacín, tampoco era necesario que quedara demasiado gruesa y agregarle cebolla funcionaría seguro. Como hacía meses que no compartía una tortilla para el famoso y exquisito Club de la tortilla perfecta de nuestra querida amiga Concha, mi cabeza se puso a pensar. Hace mucho que no es nada sencillo ser original ya que la variedad, cantidad y originalidad de las tortillas cocinadas es grande y creo que yo misma he llegado a ser innovadora en más de una ocasión. Me vino a la cabeza el pisto, no iba a terminarlo pero tal vez podría utilizarlo para dar ese toque diferente a una tortilla que en sí misma no iba a ser nada especial. Dicho y hecho o mejor, pensado y hecho como decimos aquí en Valencia (pensat i fet), en mi cabeza se formó la tortilla que después resultó al menos para nosotros, un delicioso bocado.
Hablando de ser original, a mi parecer, la preparación que recuerdo y creo que fue más original es la de las Tortillas con sabor a fogassa de carabassa. Fue algo muy especial para mí y que de la nada resultó una creación innovadora y tradicional por lo que la receta de la Fogassa de carabassa representa para mí. Hay otra muy, pero que muy querida, la Tortilla dulce de tía Berta que me trae recuerdos inolvidables, alegres y tristes a la vez.
Esta tortilla la cociné a finales de agosto y pensé publicarla entonces pero al final, como tenía helados en lista de espera, se adelantaron en fecha. Antes de que acabe la temporada de calabacín, la comparto con todos vosotros y espero que si no tenéis pisto, aunque sea comprado se lo añadáis y os atreváis a probarla. También podéis sorprender a vuestros comensales con ese toque de color y sabor. Espero que te guste, Concha. La cociné como siempre, con todo el cariño.
Como aproveché un resto de calabacín y un poquitín de pisto casero, esta tortilla se va a unir al resto de aportaciones de mi proyecto, 1 +/-100, desperdicio 0 de este mes de septiembre. Si os interesa echar un vistazo a las del mes de agosto, pinchad en el enlace.
¡Gracias por vuestras visitas! No esperaba que viniera por Thermofan tanta gente en el mes de agosto. Muy agradecida.
Pinchad en el siguiente enlace que os dirige a los recopilatorios de cada mes para que podáis acceder fácilmente a todas las recetas presentadas en 1 +/-100, desperdicio 0 y En buena onda desde su inicio. Y si queréis saber en qué consisten los proyectos, pinchad en los enlaces o en los logos. Os invito a participar.
Ingredientes
- 20 g aceite de oliva virgen extra `+ el necesario para cuajar la tortilla
- 100 g de cebolla dulce
- 160 g de calabacín verde con piel
- 2 huevos ecológicos
- sal
- 4 cucharaditas de pisto
Antes de empezar…
- Lavar el calabacín y cortarlo en rodajas finas. Reservar. Pelar la cebolla y cortarla menuda.
Preparación en TMX
- Poner en el vaso la cebolla y el aceite. Programar, 4 segundos, velocidad 4. Bajar los restos con la espátula y programar, 6 minutos, 120°C, velocidad cuchara, giro a la izquierda.
- Añadir el calabacín y programar, 2 segundos, velocidad 4. Bajar los restos y programar, 10 minutos, 120°C, velocidad cuchara, giro a la izquierda. Verter en el cestillo para escurrir.
- Batir los huevos durante 6 segundos, velocidad 3. Incorporar la cebolla y el calabacín reservados y mezclar bien con la espátula. Este paso se puede obviar y batir los huevos de forma tradicional.
Preparación tradicional
- Verter el aceite en la sartén y cuando esté caliente, añadir la cebolla picada con una pizca de sal y el. Sofreír a fuego bajo hasta que esté un poco blanda pero sin que se dore.
- Añadir el calabacín cortado en rodajas y seguir sofriendo hasta que esté hecho. Escurrir en un colador.
- Batir los huevos junto con la sal. Si así se desea
Cuajado de la tortilla
- Poner a calentar una sartén con 1 cucharada de aceite, cuando esté caliente, verter la mezcla.
- Cuando la tortilla empiece a cuajar por los bordes, añadir las cucharaditas de pisto por encima, bajar el fuego al mínimo y tapar con una tapadera hasta que esté cuajada a nuestro gusto.
- Ponerla en un plato, cortar en porciones y servir caliente o templada. A nosotros nos gustó también fría.
Bon profit!
Buenos días. Este verano nos hemos puesto a hacer tortillas más de una, en nada de tiempo hemos enviado tres al club. Eso es bueno, que no decaigan los proyectos que con tanto esmero y trabajo extra lleváis con ilusión. Que tu tortilla está buena no lo pongo en duda ni por un momento, todas hemos comido en casa calabacines preparados de muchas maneras en su temporada, más aún las que teníamos huerto en casa. Acompañarla con pisto también lo hacíamos, por separado eso sí, pero calentito con la tortilla debe estar buenísimo. De pequeñas ideas se componen las grandes recetas y esta es una de ellas.
ResponderEliminarBss
Hola Marisa, una tortilla súper apetitosa y un reciclaje de primera, un regalo para el club que todos disfrutaremos, gracias por compartir.
ResponderEliminarBesos
Buenas tardes, Marisa.
ResponderEliminarMe alegra que regreses al Club, después de unos meses poco activos para la Blogosfera, con una de tus tortillas, demostrando una vez más que con ingredientes comunes, se pueden cocinar platos muy diferentes, como la que hoy nos enseñas.
En Sevilla, el pisto siempre lleva calabacín, además de berenjena y patata, aunque hoy no es el caso; por tu parte, has preparado una tortilla con pisto y calabacín, en diferentes texturas, en conjunto imagino el sabor, ha de ser muy similar, y me gusta tu propuesta.
Es cierto que cada vez es más difícil crear alguna tortilla novedosa, y ni que decir que sorprendente, pues en la colección contamos ya con más de 460, pero siempre podemos combinar ingredientes básicos, para hacer cositas ricas, que solo por la bonita disposición, ya apetezca prepararlas.
Por cierto, en casa, cuando tengo algún táper con pisto, y no me da para una comida para todos, más de una vez ha acabo en tortilla, añadiendo un extra de patatas pochadas en un buen aceite de oliva, se le da la vuelta a un plato que todo el mundo aplaude.
Gracias, siempre es un placer hacer doblete contigo, socia.
Besos.
Buenas tardes, Marisa: has tenido una buena idea combinando la tortilla de calabacín con el pisto, dos cosas ricas dan un resultado al cuadrado 😀 ¡Ya se me podía haber ocurrido a mí! pues a finales de julio me regalaron calabacines para dar y tomar y me las vi y las deseé para acabar con ellos 😂
ResponderEliminarParece que, tras las vacaciones, habéis vuelto con aportaciones para el Club de la Tortilla Perfecta 😀 Concha se va a poner la mar de contenta 😀
Besos 😘😘😘
Hola Marisa, ya volvemos a nuestros blogs. Yo hice un pequeño parón, pero ya estoy compartiendo recetas incluso antiguas antes de verano que tenía en la carpeta de pendientes. Ahora me voy a pasear por tus últimas recetas, que aunque las he visto por Instagram, las quiero leer aquí. La tortilla me parece súper buena con ese acompañamiento de pisto, y desde luego que entra por la vista. Me llevo mi trocito Virtual. Besets!!
ResponderEliminarHola Marisa,
ResponderEliminarpues, sí que hemos coincido esta semana.
Tu tortilla es asombrosa coronada con ese apetitoso pisto.
Las dos hemos preparado tortilla con calabacín, pero la hemos transformado cada una en una versión distinta.
Por lo tanto, las dos juntas lucirían perfectamente en la mesa ;)
Besos ♥
En casa también tenemos por costumbre las tortillas comerlas para cenar, más, si es tan sana y rica como ésta. Me encanta la de calabacín y si le añades el pisto...se hace irresistible!! Un besito Marisa.
ResponderEliminarQuerida Marisa, en casa también solemos comer tortillas para cenar, rellenas de esto o de aquello. Las de calabacín en verano suelen ser las más importantes. Así que está que nos presentas con esos toques de pisto me está resultando la mar de tentadora. Me la apunto, me ha gustado mucho. Besos
ResponderEliminarHola Marisa, que tortilla tan rica te has marcado, se lo rica que queda con calabacín y con el pisto me requete encanta, bueno me gusta con todo.
ResponderEliminarTe quedo deliciosa!!
Besos