No es la primera vez que comparto un arroz que ha cocinado mi hijo Carlos. Os recuerdo su espectacular Paella negra que es una receta de mi familia y tradicional de mi comarca. Al igual que yo, aprendió a preparar el arroz al horno, la Cassola d’arròs al forn de mi familia, de vérmelo cocinar y también de comerlo cuando íbamos a casa de mi madre y realmente, ya no podemos contestar fácilmente a la pregunta de qué nos gusta más, la paella o la cassola. Fue la primera receta que publiqué en el blog y volví a compartirla años más tarde con nuevas fotos. Carlos, al principio, entraba por aquí para mirar las proporciones, ahora, ya ha adquirido la experiencia necesaria cocinándola a menudo. En esta ocasión, ha adaptado la receta para aprovechar ingredientes que tenía en la nevera y me alegra porque le he pedido que me envíe las fotos y lo que ha empleado para tener su nuevo arroz en Thermofan y que también forme parte de las aportaciones de mi proyecto 1 +/- 100, desperdicio 0 de este mes de octubre.
Pasa el tiempo tan rápido que parece mentira la cantidad de recetas que se han cocinado para Thermofan. Si queréis ver qué otras aportaciones se compartieron en septiembre en el proyecto, pincha aquí.
Hace pocos días, Carlos cumplió años y le regalé una cacerola de aluminio fundido. En seguida me sorprendió porque la había estrenado para cocinar y hornear este arroz que hoy os comparto. Me alegra que le haya gustado y estoy segura de que le será de mucha utilidad.
No lo he probado pero si lo ha cocinado Carlos y él me asegura que estaba muy bueno, os lo recomiendo y por eso lo comparto con vosotros.
Pinchad en el siguiente enlace que os dirige a los recopilatorios de cada mes para que podáis acceder fácilmente a todas las recetas presentadas en 1 +/-100, desperdicio 0 y En buena onda desde su inicio. Y si queréis saber en qué consisten los proyectos, pinchad en los enlaces o en los logos. Os invito a participar.
Ingredientes 3 personas
No indico cantidades en los ingredientes que eran de aprovechamiento.
- aceite de oliva virgen extra
- 1 patata grande
- costilla y oreja de cerdo
- 2 morcillas de cebolla secas de Ontinyent
- 1 cabeza ajos y 6 ajos machacados
- judía verde (ferradura para paella)
- tomate triturado
- 1 cucharadita de pimentón dulce de la Vera
- 300 g de arroz redondo
- 500 g de caldo de cocido
- sal y cúrcuma o colorante
* Cacerola BRA Efficient, 36 cm
Antes de empezar…
- Pelar la patata y cortarla en rodajas.
- Sacar del congelador con antelación la carne, las morcillas y las judías. Igual haremos con el caldo si también está congelado.
- Quitar la capa exterior de la cabeza de ajos y machacar los ajos sueltos.
- Poner agua en un cazo y cuando hierva, agregar el garrofón si es fresco. Darle un hervor, sacar y reservar. Si es congelado no es necesario.
- Pesar el arroz y reservar.
- Calentar el caldo antes de añadirlo al arroz.
- Precalentar el horno a 210º, pero si vamos a utilizar una cazuela de barro, mejor a 230º-250º (ver nota).
Preparación tradicional
- Verter el aceite en la cazuela (o en una sartén), cuando esté caliente, sofreír las rodajas de patata, la cabeza de ajos, los ajos y las morcillas. Sacar y reservar sobre papel de cocina.
- Incorporar las costillas de cerdo y la oreja hasta que estén bien doradas.
- Añadir la judía verde y el garrofón y seguir sofriendo mientras removemos. Pasar todo a una fuente con papel de cocina y reservar.
- Reducir la cantidad de aceite y añadir el tomate. Cuando esté brillante, añadir el pimentón dulce, removiendo rápido para que no se queme. Es el momento de incorporar el arroz y nacararlo en la mezcla dándole vueltas con una cuchara de madera.
- Ir colocando las costillas, la oreja, la cabeza de ajos y los ajos, las judías, las patatas y el garrofón encima del arroz. Agregar el caldo muy caliente en el que ya habremos añadido la sal y la cúrcuma o colorante.
Horneado
- Introducir la cazuela en el horno precalentado a 210º y hornear a 200º durante 30 minutos. El tiempo puede variar dependiendo del tipo de recipiente que utilicemos, si es de barro, puede tardar más en calentarse.
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Notas importantes:
- Como las costillas, la oreja y la morcilla tienen su propia grasa y las sofreímos, es importante, reducir la cantidad de aceite después de hacerlo para que el arroz no quede demasiado grasoso y nos resulte muy pesado al comerlo.
- Este arroz tiene que quedar seco, sin nada de caldo. Yo tengo un truco que es multiplicar la cantidad de arroz por 2 y restarle 100 y el resultado es la cantidad de caldo o agua. Me explico: 300 g de arroz por 2 = 600 - 100= 500 de agua o caldo. Me lo enseñó mi madre y funciona.
- Si utilizamos una cazuela de barro, es mejor al principio poner el horno a 230º-250º hasta que el barro haya transmitido bien el calor y el caldo empiece a hervir.
- En esta receta mi hijo utilizó el mismo recipiente para sofreír y para hornear el arroz y es porque la cacerola permite utilizarla sin la tapa en el horno. Es una ventaja si tienes prisa y además, al poder taparla, ensuciaremos menos.
- Hay una diferencia entre la morcilla de cebolla fresca y la seca, el sabor es más fuerte. Se utiliza para aperitivo y la fresca u oreada para el arroz al horno. En este arroz, Carlos aprovechó la seca.
- El garrofón valenciano puede comprarse fresco en temporada y congelarlo en casa o seco el cual se puede hidratar como cualquier otra legumbre. En el enlace tenéis más información de este ingrediente imprescindible en la paella pero que nosotros utilizamos en otro tipo de arroces.
Bon profit!
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Sé bienvenido a mi cocina. Me alegra compartir contigo mis recetas y deseo que te gusten.
Espero que no tardes en volver.
Saludos. Marisa