El arroz al horno lo bordo, no me pidáis lo mismo con la paella. Aunque la he hecho más de una vez, no tengo en casa el fuego adecuado. Regalé a mi hijo el paellero y las paellas porque él aprendió mejor que yo el manejo del fuego y tiene más espacio en su casa. De hecho, la Paella negra de Carlos, luce estupenda en el blog. Aprendí en mi casa a hacer el arroz al horno tradicional, al que en mi pueblo se le llama “Cassola”, sin más, porque lo veía preparar y lo mismo le ha pasado a mi hijo, aunque sé que al principio, consultaba por aquí para ver las cantidades, el resto, también se lo sabe al dedillo. Es un orgullo para los valencianos y un disfrute cocinar y regalar nuestra cocina de arroces tan familiar y tradicional. Y cómo no, es un placer saber que a pesar de las nuevas modas, Carlos ha heredado el gusto por cocinar que no solo le viene de mi parte, también de la de su padre. En el blog, hay alguna receta suya y cómo no, su nombre se repite muchas veces, aunque sea ya un hombre, siempre será mi niño.
Fue en una de sus cortas visitas, cuando preparé este arroz. En casa prefieren el tradicional y lo sé pero quería aprovechar varias cosas que tenía congeladas considerando que me saldría bien rico y con mucho sabor. Así fue, superó mis expectativas, quedando todos contentos.
Siempre hay en mi congelador caldo de pescado casero congelado, sepia fresca y también como os comenté en otra entrada, unos gambones que urgía utilizar. Si el caldo estaba rico, preparar un buen sofrito con la sepia y las cabezas y pieles del gambón, aportaría todavía más sabor. Os aseguro que no solo la cocina olía a gloria. Lo único que fue nuevo y también de aprovechamiento, fue el bacalao. Mi pescadero vende unos trozos de bacalao congelado y tiene dos tipos, sin nada de sal y en su punto. Los que yo le compro son los sosos y agregarlos al final fue una buena idea porque aunque tenía solamente dos, son tan gruesos, que no necesité más.
Una vez preparas un arroz al horno ya sea de carne o de pescado y sabes los pasos, te puedes atrever a modificar y adaptar a tu gusto como con cualquier arroz. En este caso, la combinación y calidad de los ingredientes se aprecia al comerlo.
Ahora me podéis decir que no os apetece encender el horno, que hace mucho calor y yo os contesto que a mí no me importa para nada usar el horno en verano porque el que trabaja es él y al fin y al cabo, hoy en día tenemos en casa formas de refrescarnos si es necesario. Ahora, si eres de los que ni se te ocurre ponerte en riesgo de “sofoco veraniego”, guarda la receta para cuando haga más fresco.
Como aproveché casi todos los ingredientes de este arroz, incluidos los garbanzos cocidos que congelo yo misma, esta receta es la que va a iniciar las aportaciones de mi proyecto 1 +/-100, desperdicio 0 de este mes y si os interesa qué se compartió en el mes de Junio, pinchad aquí. De casualidad, la receta del mes pasado y la de éste, aunque no tienen nada que ver, tienen entre sus ingredientes, el bacalao. No son las únicas publicadas en el blog, me encanta y forma parte de mis recuerdos culinarios. No puedo dejar de recomendaros los arroces que he ido cocinando a lo largo de todos estos años.
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Pinchad en el siguiente enlace que os dirige a los recopilatorios de cada mes para que podáis acceder fácilmente a todas las recetas presentadas en 1 +/-100, desperdicio 0 y En buena onda desde su inicio. Y si queréis saber en qué consisten los proyectos, pinchad en los enlaces o en los logos. Os invito a participar.
Ingredientes 3 raciones
- 2 patatas medianas
- 25 g de aceite de oliva virgen extra + un poco más si así se desea
- 1 cabeza de ajos
- una sepia sucia grande
- 6 gambones
- 2 trozos de bacalao congelado sin sal
- 2 tomates de pera
- 300 g de arroz redondo DOP Valencia
- 2 puñados de garbanzos cocidos
- una cucharadita de cúrcuma
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 500 g de caldo de pescado caliente
- sal al gusto
Antes de empezar…
- Si no se tienen garbanzos cocidos y se prefiere no usarlos en conserva, ponerlos con antelación a remojo y cocerlos. Para este arroz no es necesario ese trabajo, se utilizan de conserva y listo. Yo los tengo cocidos por mí y congelados en bolsitas.
- Si la sepia es fresca pero congelada, como la mía, descongelarla con antelación al igual que los gambones. Si el caldo de pescado también lo está, sacarlo la noche antes. Es mejor dejar todo en la nevera hasta el día siguiente.
- Desprender las patas de la sepia, lavarlas y cortarlas en trozos. Como ya sabéis, no le quito la piel porque tiene más sabor.
- Pelar los gambones y reservar las cabezas y las pieles.
- Pelar los tomates y triturarlos
- Minutos antes de utilizarlo, calentar el caldo de pescado en el microondas. Agregarle la sal y la cúrcuma.
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Preparación tradicional
- Verter el aceite en una sartén y cuando esté caliente, agregar la cabeza de ajos y la patata. Sofreírla hasta que se dore. Sacarla y dejarla en una fuente.
- Agregar la cabeza y las pieles de los gambones. Sofreír a fuego medio-bajo para que vayan soltando su jugo. Sacar las pieles y las cabezas y añadir la sepia y los dos trozos de bacalao colocando la piel hacia abajo. Cuando la piel esté tostada, sacar el bacalao y reservarlo. Continuar cocinando la sepia unos minutos más removiendo a menudo. Ya en este paso, el olor en la cocina es divino.
- Comprobar si es necesario añadir un poco más de aceite y agregar el tomate. Seguir con el sofrito hasta que esté todo hecho. Añadir el pimentón y remover rápidamente para que no se queme.
- Incorporar el arroz y remover hasta que se impregne totalmente con el sofrito.
- Pasar el contenido de la sartén a la cazuela de barro. Distribuir por encima los garbanzos y las patatas. Verter por encima el caldo caliente y para que se reparta bien, remover un poco con una cuchara.
- Introducir la cazuela de barro en el horno precalentado a 200º. Hornear durante una media hora calor arriba-abajo. Con el fin de que no se sequen, cuando falten unos 5 minutos, colocar encima del arroz el bacalao y los gambones.
- Servir caliente.
Notas:
- Aunque el arroz esté mejor acabado de hacer, si el que utilizamos es de buena calidad, estará rico igualmente al día siguiente.
- Se puede utilizar bacalao seco desalado en lugar del bacalao congelado.
Bon profit!
Buenos días, Marisa.
ResponderEliminarNi que decir tiene, que tu arroz me gusta, es indiscutible que al arroz le va todo, y estando bien cocinado, imposible que sobre un grano.
En casa también somos muy arroceros, ya sabes que vivo en una zona donde se cultiva de toda la vida, y siempre ha sido fundamental en nuestra casa.
Tampoco tengo inconveniente en encender el horno en verano, cuando es necesario, es cierto que para dos, me da pereza, pero en casa de mi padre, nos juntamos muchos y ahí sí que echo mano del horno a diario, es una herramienta imprescindible para todo. Sin embargo, no suelo cocinar arroces al horno, quizás por falta de costumbre, aunque debería hacer caso a mi marido, que bueno, él si los hace por costumbre profesional, y le da un punto perfecto. Yo soy más de paella, tenemos de todos los tamaños, aunque las que más disfruto, son las familiares, para muchos comensales, a ver si todo va mejor, y la vida nos da un respiro, porque tenemos una pendiente para celebrar mi cumpleaños, que ya pasó, pero lo hemos dejado para una mejor ocasión.
La paella negra de tu hijo, también tiene una pinta buenísima, yo es que me lo comería incluso para desayunar, jajaja…
Besos y feliz semana.
Hola Marisa. De una valenciana tan buena cocinera no espero menos, un arroz con tanto sabor, que hasta me llega el olorcito, tan bien preparado y con unos ingredientes tan ricos, aún cuando son de aprovechamiento, está bueno sí o sí. Y además estás pasando el testigo a tu hijo para que no se pierdan las costumbres que el paso del tiempo escribe, a veces, merece el aplauso que ahora mismo te doy.
ResponderEliminarBss
Hola Marisa. Lo que nos gusta el arroz en casa y nunca lo he preparado al horno, que sí lo he comido, hecho por una amiga que lleva viviendo en Valencia casi toda la vida y le queda riquísimo, como seguro que lo está el tuyo, con el sofrito que le has preparado, tan sabroso, estará para repetir plato.
ResponderEliminarTe dejo una receta para tu proyecto 1+/-100, desperdicio 0. También tiene entre sus ingredientes el bacalao, aunque de otra forma. De alguna manera, hemos coincidido un poco con los ingredientes.
Un beso.
Buenos días, Marisa: Soy muy arrocera, pero no me termino de atrever con los arroces al horno. Me da la sensación de que voy a conseguir un engrudo en el mejor de los casos jajaja. Me ha llamado la atención los 30 minutos que lo tienes en el horno, sin embargo lo veo muy sueltecito y con una pinta estupenda. Si no fuera por el bacalao, le metería la cuchara jajaja.
ResponderEliminarBesos.
Marisa, mira que me gusta un buen arroz, comiendo arroz estoy más que contento, pero siempre tiemblo cuando lo hago, porque a mi mujer le gusta que está el grano pasado y yo me pongo nervioso jajaja Hasta tengo un perfil en Instagram donde solo comparto fotos de los arroces que hago en casa. Por cierto, siempre suelo tener también en el congelador caldo y sepia, por si se nos antoja un arroz. Y siempre pienso que el sofrito es fundamental.
ResponderEliminarAl horno no me aventuro a hacerlos, casi que me da más respeto. Este que tú nos traes me parece estupendo, no hay más que ver las fotos en el plato, se me hace la boca agua. No me extraña que todos en casa quedarn contento, y tú la primera, por verlos felices a ellos.
Abrazos
Hola Marisa, al leer el título de la receta, me he acordado del arroz al horno que preparé siguiendo tus indicaciones, cualquier día de estos tengo que volver a hacerlo. Preparado hoy con bacalao me parece una maravilla. Seguro que estaba buenísimo, ya sabes lo que a mí me gusta el bacalao. Por otra parte, decirte que a mí tampoco me importa encender el horno. Espero que pases una buena semana, un beso.
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