Thermofan

Blog culinario de recetas sanas y bajas en azúcar.

Coca de llanda con okara de chufa





En el año 2019, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 29 de septiembre como Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, con el objetivo de concienciar y sensibilizar sobre la importancia de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y garantizar la seguridad alimentaria de todas las personas. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor de un tercio de la totalidad de los alimentos que se producen en el mundo se pierde o se desperdicia entre el productor y el consumidor. En la UE, cada año se pierden o desperdician alrededor de 87,6 millones de toneladas de alimentos (Fuente: Universidad Carlos III de Madrid).

No soy una especial seguidora de los “días de…” pero como en este blog desde tiempo antes, se recicla, aprovecha y se invita a la concienciación, creo que no viene mal informar sobre esta celebración. En casa se aprovecha y se recicla, pero no solamente alimentos. En los edificios de nueva construcción ya es obligatorio tener un cuarto de residuos y el Ayuntamiento es el encargado de vaciar cada día los contenedores. El problema surge con los vecinos, a pesar de lo clarísimo que está para qué sirve cada uno, dejan lo que les parece en todos y eso frustra a los que sí que nos molestamos en seleccionar cada desecho.

En la Comunidad Valenciana se cobra un impuesto bastante elevado de reciclaje, incluso llevando todo a los ecoparcs, tan solo consigues un descuento; pero en las capitales de provincia, se carga en el recibo del agua y aunque no consumas ni un mililitro, es bien cara. Lo peor es que en los pueblos hay que sumar al impuesto, el agua y la basura. Es de locos. Al final, para mí, que me tomo todo esto muy en serio, lo importante es sentir que lo que hago, lo hago por convencimiento. Al fin y al cabo, el día a día nunca es fácil porque no todo está en nuestras manos y a pagar nos obligan, porque de no hacerlo, nos embargan la cuenta.

Celebramos con una receta doblemente tradicional valenciana; es una Coca de llanda en la que he utilizado un resto de “okara de chufa”. Para los que no sepáis qué es el okara os explico que se trata del resto que se obtiene tras la elaboración de bebidas vegetales, en este caso, la chufa valenciana que utilicé para preparar un rica horchata. La receta de la “Orxata de xufes valenciana”, lleva muchísimo tiempo publicada, pero esta vez quería hacerla sin nada de azúcar ni edulcorante porque en una horchatería me la sacaron así, te la sirven con el sobre de azúcar moreno por si le quieres añadir y no lo hice. Me encantó, el sabor a chufa era divino, no necesitaba nada más y por eso, me volví a convencer de lo buena que está al elaborarla en casa. Pura chufa, limón y canela.

En la coca se aprecia el sabor de la chufa, el limón y la canela, porque ya los llevaba la horchata y no tuve que añadírselos. La he horneado dos veces y me ha quedado mejor esta última con diferencia. Lleva aceite de oliva virgen extra, más manzana y chocolate rallado por encima. No queda demasiado dulce, se nota el aceite de oliva y la textura es de lo más esponjosa. Tenía el okara congelado, lo descongelé con antelación para evitar que el agua de la congelación afectara al resultado.

A diferencia de todas las recetas de coca de llanda que hay en Thermofan, ésta no lleva leche. Aprovecho el okara congelado y una manzana pocha. Os animo a prepararla pero si no tenéis okara, podeis sustituirlo por almendra molida o cualquier fruto seco, también por otros tipos de okara. Se puede reducir la cantidad de aceite un poco y si la hacéis con azúcar, podéis añadir la mezcla de azúcar y canela, tan especial que lleva la coca de llanda tradicional.

Al ser una receta de aprovechamiento, acompañará al resto de aportaciones de mi proyecto 1 +/-100, desperdicio 0 de este mes de septiembre. Pinchad aquí si os interesa ver qué se ha compartido. Espero que os encante, tanto como a nosotros. Se puede congelar en trozos o duplicar cantidades para hacerla mucho más grande.
Y por cierto, recetas de coca de llanda hay muchas publicadas en este blog. Busca en la lista de recetas, te van a encantar.






Pinchad en el siguiente enlace que os dirige a los recopilatorios de cada mes para que podáis acceder fácilmente a todas las recetas presentadas en 1 +/-100, desperdicio 0 y En buena onda desde su inicio. Y si queréis saber en qué consisten los proyectos, pinchad en los enlaces o en los logos. Os invito a participar.

Ingredientes

- 3 huevos ecológicos
- 160 - 180 g de azúcar de abedul o de azúcar
- 100 g de aceite de girasol y 80 g de aceite de oliva virgen extra
- 160 g de harina de repostería
- 180 g de okara de chufa (lleva limón y canela de hacer la horchata)
- 3 sobres de gaseosas o 1 sobre de levadura química en polvo (15 g)
- 1 pellizco de sal
- 2 manzanas Golden
- chocolate de 85 % de cacao para rallarlo por encima

* 1 hoja de papel sulfurizado.
* una lata de aluminio para coca de llanda la de amazon 34 x 22,5 x 3,5 cm. Mi lata es pequeña y mide 20 x 30 cm

Antes de empezar…

- Sacar los huevos de la nevera con antelación, es importante.

- Tamizar la harina con las gaseosas o la levadura química.

- Pelar las manzanas, quitar el corazón y cortarlas en trozos pequeños.

- Precalentar el horno a 180°C, 170°C si es sin azúcar.

- Mojar la lata con agua y pegar la hoja de papel para que no se mueva.

Preparación en TMX

- Colocar la mariposa en las cuchillas, añadir los huevos y el azúcar de abedul o azúcar y programar, 3 minutos, 37°C, velocidad 4. Después, 3 minutos, velocidad 4. Quitar la mariposa de las cuchillas.

- Añadir el aceite de girasol y el de oliva y programar, 15 segundos, velocidad 5.

- Incorporar la harina con las gaseosas o levadura tamizadas, el okara y la sal. Programar, 4 segundos, velocidad 4. Añadir la manzana y terminar de mezclar delicadamente con la espátula.




Preparación tradicional

- Pulverizar el azúcar o comprarlo hecho glas. El azúcar de abedul, no es necesario, pero también se puede pulverizar.

- Batir los huevos con el azúcar de abedul o el azúcar con la batidora de varillas durante unos minutos hasta que blanqueen.

- Echar el aceite de girasol y de oliva y batir hasta que se integre bien.

- Incorporar la harina con las gaseosas o levadura tamizadas poco a poco. Cuando esté integrada, agregar el okara y la sal. Batir hasta obtener una mezcla sin grumos. Añadir la manzana y terminar de mezclar delicadamente con la espátula.

Horneado

- Verter la masa en el molde preparado (lata de alumnio). Golpearla sobre la encimera para evitar las burbujas de aire.

- Meter al horno precalentado a 170º si es sin azúcar y a 180º si es con azúcar. Hornear durante 25-30 minutos aproximadamente. Controlar que no se queme demasiado por encima si es con azúcar de abedul. El tiempo puede variar dependiendo del tipo de horno y tardar un poco más si es sin azúcar. Pinchar con un palo de brocheta para comprobar que está hecha.

- Sacar la coca del horno y desmoldarla sobre una rejilla. Cuando esté fría, rallar el chocolate por encima.

Nota:

- Ya que he compartido la receta de horchata, me parece interesante recordar la de los Fartons pegajosos con glaseado de horchata que también publiqué en aquellas fechas. Debería repetirlos porque me quedaron de lujo para ser sin azúcar.

Bon profit!

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