No todo el mundo puede comer de todo incluso, un rico tomate te lo pueden prohibir o limitar en tu dieta por su acidez debido a problemas estomacales. Si se le añade azúcar a un pisto, la acidez se reduce pero no lo suficiente si tu estómago lleva una temporada provocándote problemas. También se puede recomendar reducir o prohíbe su consumo a los enfermos renales cuyos índices de potasio no deben elevarse. Todo esta información puede ser una excusa para compartir este pisto que lleva muy poco tomate, aunque lo que sí debo aseguraros es que en esta casa, el pisto nos gusta muchísimo y por ello suelo modificarlo variando sus ingredientes o las cantidades. Ya os lo demostré cuando publiqué el Pisto del revés y años más tarde, el Pisto del revés revisitado. Pero, ahora que estoy escribiendo esta entrada, estoy pensando algo más. ¿Qué ocurre si no tenemos tomate ni natural ni en conserva? Pues inventarnos otro pisto con lo que tengamos y así renovaremos sabores y disfrutaremos a la vez que aprovecharemos esos ingredientes que se nos están poniendo pochos en la nevera. Los míos eran dos cebolletas grandes y un calabacín también grandote. Después, decidí que serían los protagonistas de este pisto junto a los ajos, que no pueden faltar y media lata de tomate que abrí con el único fin de darle color y un poquito de su sabor.
¿Os ha convencido mi explicación? Igual os ayuda que diga que sobre un rico pan recién horneado, no se necesita más. Está muy rico. No es necesario que llegue el verano para que lo preparéis, a mi me gusta hacer pisto durante todo el año.
En este pisto no predomina el sabor de la cebolleta, sería distinto si hubiéramos utilizado cebolla, se aprecia el ajo en su justo punto (a mí me encanta que se note) y el calabacín acompaña al resto junto al tomate. Lo que sí que quiero anotar es que considero imprescindible para esta receta que la pimienta de colores esté recién molida pero que no la añadamos en exceso. Contrasta la suavidad del resto de ingredientes con el picante, sólo ese poquito hace que el sabor del pisto sea diferente.
Con esta receta inicio las aportaciones de mi proyecto 1 +/-100, desperdicio 0 de este mes de abril que ya comienza. Muchas gracias por las visitas al blog y a la herramienta en la que colgamos todo lo que las amigas blogueras nos regalan. A ellas, siempre les estoy agradecida y como siempre os digo, sin todos, sería imposible que mi proyecto y el que comparto con Elisa en el que cocinamos en microondas, siguieran existiendo.
También me alegra comprobar que a pesar de que he estado desconectada del blog y de RRSS bastantes días, habéis encontrado las recetas de mona de Pascua valenciana que están publicadas en el blog. Han tenido muchas visitas en estos últimos días. Aquí seguimos celebrando la Pascua una semana más, hasta el próximo lunes festividad de S. Vicente. La mona pascuera se vende igualmente en nuestros hornos y pastelerías, pero se puede hornear en casa buscando un poco de tiempo ya que es una masa que necesita levados. Os dejo los enlaces para los que no habéis pasado todavía por Thermofan.
Os deseo un feliz mes de abril y os informo, que seguiré publicando cuando encuentre tiempo. Sed bienvenidos de nuevo a 1 +/-100, desperdicio 0.
Pinchad en el siguiente enlace que os dirige a los recopilatorios de cada mes para que podáis acceder fácilmente a todas las recetas presentadas en 1 +/-100, desperdicio 0 y En buena onda desde su inicio. Y si queréis saber en qué consisten los proyectos, pinchad en los enlaces o en los logos. Os invito a participar.
Ingredientes
- 5 dientes de ajo
- 350 g de cebolleta
- 400 g de calabacín verde claro
- 40 g de aceite de oliva virgen extra
- 220 g de tomate triturado
- un toque de pimienta de colores
- una cucharadita de sal y una cucharadita de azúcar o azúcar de abedul
Antes de empezar…
- Quitar la primera capa de la cebolleta y pelar los ajos. Cortar la primera en trozos y los ajos por la mitad.
- Lavar el calabacín y cortarlo en rodajas, después por la mitad cada rodaja.
Preparación en TMX
- Poner en el vaso la cebolleta y los ajos. Programar, 5 segundos, velocidad 4. Bajar los restos con la espátula y repetir la operación si como yo, se desean los trozos de verduras más pequeños.
- Añadir el aceite y programar 14 minutos, 120°C, velocidad cuchara, giro a la izquierda.
- Incorporar el tomate triturado, la sal y la pimienta. Programar 16 minutos, 120°C, velocidad cuchara, giro a la izquierda.
- Servir a gusto.
Preparación tradicional
- Poner el aceite en una olla y cuando esté caliente, agregar los ajos, la cebolleta y una pizca de sal. Sofreír a fuego medio removiendo hasta que estén pochados.
- Agregar el tomate triturado, la sal y la pimienta. Proseguir la cocción hasta que esté hecho.
- Servir a gusto.
- Tenía un pan recién hecho y lo serví sin tostarlo con el pisto y un poco de queso.
Bon profit!
Hola Marisa. A mí también me gusta el pisto todo el año, aunque en este tiempo lo preparo menos. Cuando no tengo mucho tiempo lo hago así sencillito, como el tuyo, sólo con cebollas tiernas, calabacín y un poco de mi salsa de tomate casera y en verdad que no le hace falta más para estar riquísimo, aunque sobre una rebanada de pan, sea tostado o no, ya está para morirse, que lo sé de primera mano.
ResponderEliminarUn beso.
Buenos días Marisa. Comenzamos mes, horario veraniego y proyecto, eso puede ser bueno. Últimamente también modifico muchas recetas porque mi estómago me está dando la lata y sin saber porqué. Aunque no preparo pisto en invierno, pudiendo hacerlo porque sus verduras las vemos durante todo el año, me gusta cuando imagino su sabor sobre ese trozo de pan. Cada cual inventamos la forma de hacer un plato teniendo en cuenta lo que conviene en casa, más difícil es que resulte rico y atrayente, pero eso es algo que tú siempre superas con nota, solo hay que darse una vuelta por tu blog, ya veo que más de uno lo ha hecho y con razón. Me llevo ese pan para el desayuno.
ResponderEliminarBss
Buenos días, Marisa: Este pisto tuyo recuerda al zarangollo murciano, un pisto a base de calabacín, cebolla y huevos y que, también, puede llevar patata. Se me hace la boca agua viendo esa rebanada de pan con pisto ya que soy fan declarada de este plato del que tengo alguna que otra receta en el blog. Esta semana no me viene bien porque todavía tengo que liquidar algunas cosas, pero me apunto a hacerlo en cuanto pueda.
ResponderEliminarBesos y feliz semana de Pascua.
Hola Marisa. Me convence tu explicación y sobre todo me gusta el pisto ya que acepta las verduras que tengas o puedas comer. Una tostada me comería ahora 😏
ResponderEliminarBesinos
Buenos días Marisa. Aunque sea ocasionalmente, siempre es un placer encontrar tus recetas en la bandeja de novedades.
ResponderEliminarEl pisto es uno de mis ases en la manga, también lo preparo todo el año, aunque cuando más me gusta es con las verduras de verano, en invierno no está nada mal, es precisamente en estos meses, cuando reduzco la cantidad de tomate, así que no me resulta extraño tu recomendación, para mí es perfecto.
Besos y feliz semana.
¡¡Hola Marisa!! Qué pisto tan rico, con lo que me gusta a mí el calabacín, y más así de bien presentado, en ese estupendo pan recién hecho. Saber como aprovechar todo lo que tenemos en nuestra nevera y en nuestra despensa es un lujo que por desgracia no todo el mundo aprovecha. Y mira qué cosas tan ricas salen de ese aprovechamiento.
ResponderEliminarYo me comí también ayer la mona, pero confieso que era de compra, hemos pasado la semana santa en Valencia y allí cocinamos lo mínimo pues no vamos todo lo que quisiéramos y procuramos dejar el piso sin nada de una vez para otra y nos resulta más fácil comer fuera o traer la comida a casa ya hecha que cocinarla. Lo bueno es que tenemos un horno muy bueno al lado (con unas colas infinitas, todo hay que decirlo). Y sí, nos quedan aún días de pascua y vacaciones, intentaremos disfrutarlas al máximo. Besitos.
Marisa, con la mano que tienes en la cocina, a mí siempre me convences con tus recetas, no hay nada más que ver este pisto que con ese colorido entra por los ojos nada más verlo. Además, lo has acompañado estupendamente con ese queso, lo que lo hace aún mucho más atractivo, si se puede
ResponderEliminarAbrazos
Hola Marisa, qué buena pinta tiene lo que has preparado, a mí el pisto me encanta, en todas sus variantes. Pues nada, ya volvemos de un pequeño descanso, y yo ya retomo con las recetas. Tengo un montón por visitar, lo iré haciendo poco a poco. Este mes también mpo en tu reto. Un abrazo grande, y un beso. Hasta pronto.
ResponderEliminarHoy mismo he comido pisto con huevos fritos y nos encanta en casa. Así que todas las formas diferentes de hacerlo me vienen genial. Un besito Marisa.
ResponderEliminarHola Marisa, también somos muy de pisto en casa, nos gusta de todas las maneras posibles, con atún, con huevo..... y como no con un buen pan como el tuyo, para disfrutar un montón, gracias por compartir.
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