Ya después de tres semanas he dado negativo. Está siendo duro e insoportable pero siempre voy a mirar la parte buena y es que por fin mi cuerpo ha derrotado al virus. No voy a seguir hablando de lo mismo al fin y al cabo, parece que ya no es noticia, es como si no existiera, pero tan sólo hay que leer un poco e ir a urgencias para tener claro que somos muchos los que estamos lidiando la batalla.
Después de semanas sin ganas de nada, estaba hasta las narices de comer pan comercial. Ese tipo de pan no entraba en mi casa en décadas, pero quién se ponía a mezclar harinas, yo desde luego no. El pasado miércoles, me encontré un poco mejor y me decidí a amasar con la TMX una receta sencilla, pero duplicando cantidades para que me durara más y también para que encender el horno valiera la pena.
Ni siquiera sé si mis paquetes de 5 kgs de harina siguen bien o se me han estropeado, pero la que me queda en la cocina por suerte está perfecta a pesar del calor. Mi primera idea fue hacer un pan con centeno, pero no me quedaba en el bote y buscar la bolsa enorme y pesada, se me quitó de la cabeza. Al revisar armarios vi que tenía un resto de harina de sarraceno ahí olvidado. Me la regaló mi amigo Fernando, en una de sus visitas me trajo una bolsa abierta (se la regalan amigos panaderos) y no me lo pensé ya más.
Las ganas de comer pan casero eran enormes y como temía haber perdido mano o no ser capaz de terminar el proceso, por cansancio, saqué un par de yogures para conseguir que la miga, sin trabajar demasiado quedara perfecta. El aceite de oliva virgen extra, también formó parte de la masa.
Aunque veáis una hogaza grande y de corteza rústica, esta receta funciona a la perfección para hacer un pan de molde o bollos no demasiado grandes, pero ya os comento que se trataba de no trabajar mucho, aprovechar el horno y no estar de pie en demasía. Era tan grande, que para poder hacer las fotos, la tuve que cortar todavía caliente y por eso la miga puede parecer todavía más densa de lo que es. El olor de la cocina me animó y el sabor es también diferente a otro tipo de pan. Es verdad, que ya tengo panes con yogur y aceite en el blog, pero en éste se nota el sabor que le aporta el sarraceno.
La hornée a bastante temperatura, quería una corteza como la que me quedó, crujiente pero tostada. De todas formas, podéis bajar la temperatura un poco si no os gusta tan tostada.
Ha venido por fin mi hijo y no le ha hecho ascos, no se ha quejado del sabor del sarraceno, ni tiene ni idea de que lo he utilizado. Cortar, congelar y tostar. No creo que quede mucho pan ya y tocará, si puedo, volver a hornear.
Como es un pan en el que he aprovechado la harina y el calor del horno, esta receta va a ser la primera de mi proyecto 1 +/-100, desperdicio 0. De este mes de agosto que comienza. Pensaba que no iba a ser capaz de publicar nada.
Aunque la blogosfera estará bastante dormida este mes, agradezco mucho a quien participe en el proyecto su esfuerzo por estar, también las visitas de todos y cada uno que os pasáis por Thermofan.
Espero que os guste el pan. Cuidaos.
Pinchad en el siguiente enlace que os dirige a los recopilatorios de cada mes para que podáis acceder fácilmente a todas las recetas presentadas en 1 +/-100, desperdicio 0 y En buena onda desde su inicio. Y si queréis saber en qué consisten los proyectos, pinchad en los enlaces o en los logos. Os invito a participar.
(se pueden dividir las cantidades por la mitad para hacer dos panes más pequeños o uno solo)
- 800 g de harina de trigo panificable (o 400 g de harina floja y 400 g de harina de fuerza)
- 400 g de agua mineral
- 10 g de levadura de panadería fresca
- 70 g de harina de sarraceno
- 240 g de yogur natural desnatado
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar o azúcar de abedul
- 1 cucharada sopera de leche en polvo desnatada
- 800 g de harina de trigo panificable (o 400 g de harina floja y 400 g de harina de fuerza)
- 400 g de agua mineral
- 10 g de levadura de panadería fresca
- 70 g de harina de sarraceno
- 240 g de yogur natural desnatado
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar o azúcar de abedul
- 1 cucharada sopera de leche en polvo desnatada
- 1 cucharada sopera de semillas variadas
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Antes de empezar…
- Poner las semillas a remojo para que se hidraten. Escurrirlas y secarlas con papel de cocina. Reservar.
Preparación en TMX 6
- Verter el agua, la levadura de panadería, la harina de trigo, la harina de sarraceno, la leche en polvo, el yogur, la sal y el azúcar en el vaso. Programar, 6 segundos, velocidad 6 y 1 minuto velocidad espiga. Como estamos en verano, aconsejo utilizar agua fría y no verterla toda de golpe en el vaso para que no nos quede la masa demasiado blanda.
- Dejar reposar la masa, añadir el aceite y las semillas. Volver a programar 1 minuto a velocidad espiga y sin cubilete. La masa tiene que quedar lisa y homogénea.
Preparación tradicional
- Verter el agua en un bol grande, agregar la levadura de panadería desmenuzada y remover hasta que se disuelva.
- En otro bol incorporar la harina de trigo y la harina de sarraceno. Formar un hueco en el centro y agregar la mezcla de agua con levadura, pero poco a poco. Después añadir la leche en polvo, el yogur, la sal y el azúcar. Mezclar con la punta de los dedos para que se vayan integrando todos los ingredientes. Es la etapa de fresado.
- Dejar reposar la masa unos minutos y después, añadir el aceite y las semillas. Amasar bien, estirando la masa para que se vaya haciendo más maleable. La masa tiene que quedar lisa y homogénea.
Leudado, formado y horneado
- Pasar la masa a un recipiente untado con un poco de aceite, tapar con un paño de cocina y dejar leudar unos 30 minutos a temperatura constante (protegida de corrientes de ar). La masa debe duplicar su volumen. Cuando pasen los primeros 10 minutos, formar pliegues estirando la masa de los bordes al centro. Repetir dos veces.
- Poco antes de que finalice el tiempo de fermentación, colocar un recipiente con agua en el fondo del horno y precalentarlo a 200°C, solamente abajo.
- Pasar la masa a la superficie de trabajo y formar una bola. Como hace mucho calor no la dejé fermentar de nuevo. Formar unos cortes en la superficie y si se desea, espolvorear un poco de harina tamizada.
- Con la ayuda de una pala, pasar la hogaza a la bandeja perforada para hornearla.
- Introducir la bandeja en el horno y hornear durante 15 minutos, calor abajo a 200°C. Retirar con cuidado el recipiente con agua y seguir horneando el pan a la misma temperatura, calor arriba-abajo durante 40 minutos. El tiempo dependerá del tipo de horno y de lo grande que sea vuestro pan.
- Dejar enfriar sobre una rejilla antes de cortarlo.
Notas:
- Como hace un calor sofocante, se puede utilizar agua fría y reducir la cantidad de levadura.
- En lugar de harina de sarraceno, podéis añadir de centeno o espelta, pero sabiendo que igual es necesario modificar las cantidades.
Bon profit!
Hola Marisa. Me alegro de que la prueba ya te haya dado negativo. Ahora toca recuperarse, poco a poco, no tengas prisa, el proceso es lento y con tantos días como has estado enferma, probablemente te lleve un tiempo.
ResponderEliminarTu hogaza tiene un aspecto tremendamente bueno y seguro que está riquísima. A mí las masas se me resisten así que, de momento, me quedo suspirando por tu pan, con esa corteza tan dorada, de las que a mi me gustan.
Cuídate. Un beso.
Me alegra que estés mejor Marisa y que sigas haciéndonos estos panes deliciosos y saludables. Un abrazo muy fuerte preciosa!
ResponderEliminarBuenos días, Marisa: me alegro de que ya estés más recuperada y que la prueba ya sea negativa. El pan tiene un aspecto increíble, es justo como me gusta y, por cierto, eres una valiente porque, con las temperaturas que están cayendo, atreverte a encender el horno es de campeonas. Un beso muy fuerte, guapa.
ResponderEliminarEstupendo Marisa que tus fuerzas de cocina vuelvan :-))))
ResponderEliminarUn magnifico pan.
1 saludito
Buenos días Marisa, me alegro de que por fin te haya dado negativo, y estés mejor. Desde luego que es verdad que hay muchísimo covid y como bien dices solamente hay que fijarse en las urgencias. El panty ha quedado estupendo, se ve buenísimo con esta combinación de harinas y el punto de sarraceno. Me gusta mucho la miga. Besos.
ResponderEliminarMarisa, cuanto me alegro de que por fin hayas dicho adiós al dichoso virus. Nosotros lo hemos tenido dos veces, mi marido desde Semana Santa, fecha en la que tuvimos el segundo aún no ha recuperado el gusto y yo pillo un resfriado detrás de otro y antes no me resfriaba nunca. Bueno dejémonos de estos rollos, tu hogaza sensacional y las fotos preciosas, Un beso grande
ResponderEliminarHola Marisa, lamento escuchar que has pillado el tal virus, espero que cuando leas este mensaje te encuentres mejor, con más ánimos y fuerzas. A nosotros tres nos agarró hace ya par de meses, gracias a Dios pasajero, pero igual queda uno varios días medio choreto, jaja. Tu hermoso pan demuestra que ya tu buen ánimo y hacer van asomando, que así sea cada día. Un beso, mejórate bien, buen fin de semana!
ResponderEliminarUn pan con una pinta maravillosa, como todos los que haces ¡¡¡que manitas tienes!!!, besos
ResponderEliminarMarisa querida ya llegué ahora sí ;), me alegra saber que diste negativo y estas mejor, es solo ver el pan que sacaste convaleciente y todo; pero la experiencia no se improvisa :) Me gustan las hogazas porque me parecen más practicas a la hora de hornear, eso sí como dices, luego es tajar y congelar, es lo que suelo hacer, una mezcla enorme en un plástico gigante que compre para hacer casi 4 kilos de masa como para el mes (que suelo hacer en verano), ya en invierno me gusta hacer panes más seguido y por lo tanto en menor cantidad. Pero es cierto, cuando uno se acostumbra a su pan casero, creo que nada tiene comparación; la levadura fresca creo que le aporta una mejor consistencia a los panes que la seca (es mi parecer, y por acá no consigo las tabletitas que antes conseguía en mi anterior ciudad, toca comprar si voy a utilizar, una barra enorme; pero en levaduras compradas, la fresca me parece mucho mejor). Te ha quedado brutal, por acá no consigo sarraceno, o es demasiado difícil de encontrar, será reemplazarlo, me gusta mucho esta delicia de pan que por las fotos pareciera que el aroma atraviesa la pantalla.
ResponderEliminarUn beso grandote
Marisa soy Pilar Calleja, que no me deja entrar desde mi blogger desde hace días. Decirte que el pan que has hecho me encanta. No sabía que habías tenido covid? Espero que estés bien ya. Besitos dulces y cuídate muchísimo 💋
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