Helado cremoso de plátano y fresas

No todas las semanas voy al mercado porque no siempre puedo o tengo tiempo o porque no necesito nada. Lo ponen jueves y sábados y un día de peluquería en el que no salí demasiado tarde, como no está lejos, pasé a dar una vuelta. En este mercado, al final de la mañana, algunos vendedores rebajan todo mucho y en muchos casos, vale la pena. No quedaba mucha gente, di una vuelta y en una de las paradas en las que venden fruta y verdura de mucha calidad, me encontré con los plátanos a 99 céntimos. Unos plátanos gruesos y preciosos, en su punto justo de maduración y que imagino vendían porque se les habían ido quedando sueltos y les interesaba terminar con ese resto. La tarrina de fresas que estaba justo al lado de los plátanos, llamaba la atención y sin dudarlo, me la llevé junto a dos kilos de plátanos.

En el momento de la compra, ya tenía la intención de congelarlos para hacer helado, pero al día siguiente, tras comer unas cuantas fresas, me convencí de que antes de que se estropearan, sería mejor tener una buena provisión de ambas frutas en el congelador.

Tardé poco en preparar este rico helado porque quería publicarlo antes de que las fresas no estén ya en temporada. No digo antes de que vuelvan a estar caras, porque las compré carillas. Con los precios subiendo sin parar, la calidad se debe pagar, más si al llegar del mercado, tanto las fresas como los plátanos, saben a gloria.

Este helado queda cremoso y en el momento de servirlo comprobamos que no se han formado cristales y que se puede servir en seguida sin tener que esperar a que se descongele. Predomina un poco el sabor del plátano y se aprecia también el de la fresa. Es ideal para niños y para cualquiera al que le gusten estos dos sabores, aunque os aseguro que en casa hay alguien que no se come una fresa ni de casualidad y a este heladito, no le ha hecho asco alguno.

Añadí azúcar de abedul, pero no en demasía. Os he comentado en muchos de los helados publicados, que también contribuye a la no formación de cristales de hielo, pero en éste, al no llevar demasiado, me parece que el agradecimiento lo debemos al plátano.

Como aproveché plátanos a muy buen precio, creo que estaréis de acuerdo en que esta receta también vaya directa a acompañar al resto de aportaciones de mi proyecto 1 +/-100, desperdicio 0. No os perdáis las de mayo pinchando en este enlace.

Disfrutadlo, está muy bueno y se prepara en nada. Es el primero que nos tomamos este año en Thermofan. 

Pinchad en el siguiente enlace que os dirige a los recopilatorios de cada mes para que podáis acceder fácilmente a todas las recetas presentadas en 1 +/-100, desperdicio 0 y En buena onda desde su inicio. Y si queréis saber en qué consisten los proyectos, pinchad en los enlaces o en los logos. Os invito a participar.

Ingredientes

- 300 g de plátanos maduros pero sin que haya ninguna parte ennegredida

- 200 g de fresas

- 80 g de azúcar de abedul o azúcar (a gusto de cada uno o también se puede no añadir nada)

Antes de empezar…

- Pelar los plátanos. Lavar las fresas, quitarles el pedúnculo. Cortar la fruta en rodajas no muy gruesas e ir introduciéndolas en bolsas para congelar. Congelar hasta que se tengan que utilizar.

Preparación en TMX

- Poner en el vaso las fresas, los plátanos y el azúcar de abedul o azúcar. Programar, 1 minuto, velocidad 5. Se puede introducir la espátula por el bocal para ayudar el triturado. Bajar los restos con la espátula y si es necesario, programar otros 30 segundos a velocidad 5.

- Insertar la mariposa en las cuchillas, luego programar 30 segundos, velocidad 3. Quitar la mariposa y servir en seguida o congelar.

Preparación tradicional

- Poner en el vaso de un robot o procesador las fresas, los plátanos y el azúcar de abedul o azúcar. Triturar bien hasta conseguir una textura cremosa.

- Servir en seguida o congelar.

Notas:

- Si no se tiene ningún procesador o robot, será tan sencillo como batir las frutas sin congelar con la batidora de mano y después congelar. Sacar el helado de cuando en cuando, picarlo con un tenedor y volver a congelarlo.

Bon profit!