Esta receta surgió así sin planificación, con el fin de aprovechar y ensuciar menos y como suele ocurrir en casa, utilizar poco aceite para cocinar. Las propias albóndigas ya llevaban su grasa, no eran caseras. Las compré antes de las fiestas de la carnicería que tanto me gusta para tener congeladas unas pocas por si algún día no tengo tiempo. El problema es que para mí están un poco saladas y como tampoco soy de carne, me como una o dos y ya voy lista.
Las saqué del congelador por la mañana y pensaba servirlas con salsa de tomate y nada más, pero quería hacer pisto en la TMX. Pedí a mi pinche que me pelara ajos, nos gusta que el pisto lleve bastante ajo, pero no tenía mas que medio pimiento italiano y una cebolleta. Sería un pisto descafeinado, pero estaría rico igualmente. Mientras se cocinaba el pisto, me vino a la cabeza freír dos patatas para acompañar las albóndigas, pero mientras se hacían, para no sacar una sartén (desde que tengo la freidora se aburren mucho mis sartenes), añadí las albóndigas y fue una buena idea. Después como a mí no me apetecía que todo el pisto tuviera sabor a albóndiga, agregué la mitad a la freidora y el resto lo pasé a un recipiente de cristal.
Yo ya os digo que me comí un albóndiga y media, pero el pisto descafeinado con la patata bien blandita, estaba para disfrutarlo y mucho. Repetiremos con o sin albóndiga o con pollo y también con huevo escalfado… Rico, rico este plato y ya veis, en poco tiempo y cocinando a la vez sin ensuciar demasiado.
Imagino que también podría haber cocinado el pisto en la freidora y después agregar patata y albóndigas, pero para tan poca gente como somos en casa, creo que el proceso fue el mejor. La verdad es que en la TMX, se trocea todo en pocos minutos y eso es nos viene de maravilla para ahorrar tiempo.
Aunque las pocas fotos las hice con prisa porque era tarde para comer y estaba recién hecho, creo que podéis ver perfectamente lo blandita que queda la patata y la perfecta cocción de las albóndigas. El pisto lo podéis preparar a vuestro gusto y las albóndigas también pueden ser de pollo. Si no tenéis ni TMX, ni freidora, da igual, se cocina todo a la perfección en una cacerola, tan solo hay que cuidar que las albóndigas queden bien sofritas y la patata bien blanda (a lo mejor no la queréis blanda y preferís sacarla y añadirla al final. Por ideas será.
Como aproveché unas albóndigas que debía descongelar, medio pimiento verde y una cebolleta, estoy segura de que los que siguen mi proyecto 1 +/-100, desperdicio 0 van a estar encantados con esta receta. Y los que tienen freidora, también.
Espero que os guste, en casa una barbaridad.
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Cantidades orientativas. Si la freidora es grande, se puede preparar mucha más cantidad.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 2 patatas medianas
- 6 albóndigas
- sal (no le puse)
Pisto de tomate
- 80 g de cebolleta
- 5 dientes de ajo
- 1 pimiento verde italiano
- 20 g de aceite de oliva virgen extra
- 400 g de tomate triturado
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- pimienta negra
* Freidora de aire Cosori Dual Blaze 6.4 l
Antes de empezar…
- Pelar los dientes de ajo, quitar la primera capa de la cebolleta y cortarla en trozos. Yo también aprovecho un trozo del tallo.
- Pelar las patatas y cortarlas a gusto. A nosotros nos gustan en láminas finas porque se hacen más rápido y en este plato, como interesa que están blanditas, va mejor. Dejarlas en un bol con agua fría. Antes de freírlas, escurrirlas sobre papel de cocina y secarlas muy bien.
- Empezar a cocinar el pisto primero porque vamos a tardar más tiempo.
Preparación en TMX del pisto
- Poner en el vaso la cebolleta, el pimiento verde y los ajos. Programar, 5 segundos, velocidad 4. Bajar los restos con la espátula.
- Añadir el aceite y programar 20 minutos, 120°C, velocidad cuchara, giro a la izquierda.
- Incorporar el tomate triturado, la sal, el azúcar y la pimienta. Programar, 20 minutos, 120°C, velocidad cuchara, giro a la izquierda.
Preparación tradicional del pisto
- Poner en una cazuela el aceite. Cuando esté caliente agregar los dientes de ajo picados y la cebolleta troceada. Añadir un poco de sal para que la cebolla se haga antes. Cuando esté blandita, agregar el pimiento verde y seguir sofriendo a fuego medio-bajo. Remover de cuando en cuando.
- Incorporar el tomate triturado, la sal, el azúcar y la pimienta. Continuar con la cocción del pisto hasta que el tomate esté brillante.
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Sofrito de patatas y albóndigas en freidora
- Si no se tiene una freidora como la mía, precalentarla durante 5 minutos a 200º. Verter el aceite en la cesta y agregar las patatas cortadas y bien secas. Removerlas con una espátula de silicona para que se impregnen bien del aceite. Se puede hacer fuera de la cesta, pero preferí no ensuciarme.
- Programar la función “patatas fritas” que en mi freidora dura 20 minutos a 195º. Como mis patatas estaban cortadas finas, fui abriendo y removiendo con la espátula para que no se me quemaran. Cuando las patatas estén un poco doradas, agregar las albóndigas y seguir cocinando para que se hagan y se doren. También ir abriendo y removiendo.
- Cuando falten 10 minutos para que termine el programa, agregar el pisto, la cantidad dependerá del gusto de cada uno. Remover para que se integre con las patatas y las albóndigas.
- Terminado el tiempo, servir el plato caliente.
Notas;
- Mi pisto era de aprovechamiento. Se puede hacer solamente tomate frito o añadir más verduras. Como he dicho más arriba, seguro que se puede cocer el tomate en la freidora, pero como no lo hice, no puedo indicar tiempos.
- Es importante partir una albóndiga por la mitad para ver que está hecha. Las mías eran bastante grandes, por eso el tiempo de cocción también dependerá del tamaño. Lo mismo ocurre con las patatas, si se añaden chascadas o en dados también la cocción será diferente.
Adaptad la receta a vuestro gusto y necesidades.
- En esta freidora que tiene dos resistencias, no sería necesario abrir de cuando en cuando e ir removiendo, pero como es una receta inventada y preparada por primera vez, preferí ir comprobando la cocción.
Bon profit!
Modelos de freidora COSORI
COSORI Freidora sin Aceite 4.7L
COSORI Freidora sin Aceite 5.5 L negra
COSORI Freidora sin Aceite 5.5 L blanca
COSORI Freidora sin Aceite 5.5 L roja
COSORI Freidora sin Aceite 5.5 L negra con wifi
COSORI Dual Blaze Freidora sin Aceite Inteligente 6,4L Doble Resistencia
COSORI Freidora sin Aceite Inteligente 3,8l (nuevo modelo)
COSORI Freidora de Aire Turbo Blaze™ 6L (nuevo modelo)
Buenos días Marisa. Nunca he comprado albóndigas preparadas, por eso no sé si me gustarían, sencillamente porque prefiero hacerlas yo, cocinarlas me resulta una experiencia super relajante, suelo preparar muchas y congelarlas una vez fritas, para prepararlas con la salsa elegida el día que las saco para comer. Pero bueno que tampoco es una mala idea hacer como tú, aprovechar la ocasión, sobre todo por cuestión de tiempo o si las pillas de oferta, que no sé si fue el caso. También cocino con muy poquita sal, mi madre también lo hacía por su hipertensión, estamos acostumbrados a comer sin apenas sal, por eso en mis recetas siempre indico lo de sazonar al gusto, mi padre por el contrario toma todo con mucha sal, es imprescindible poner en la mesa un salero para él, también toma azúcar y miel en cantidades enormes a diario y sim embargo tiene una analítica de libro, gracias Dios, claro que a pesar de comer de todo, se mantiene con buen peso, ya que come muy equilibrado y con la capacidad de decir no, cuando no le apetece, Jajajaja….
ResponderEliminarTu plato es una de las cosas que más le gustan, sin embargo a pesar de encantarle el dulce, cuando se trata de platos con tomate frito, lo quiere sin azúcar, prefiere su sabor natural, dice que para él no está ácido, y ya estamos acostumbrados a comerlo tal cual, la verdad es que hace años que no compro salsa de tomate en conserva porque lleva mucho azúcar, prefiero la salsa marinara que no lo lleva, o hacerla yo, aunque a veces, si la receta lo precisa, le pongo la cantidad justa para que la acidez no destroce un plato perfecto.
Veo que los de la freidora seguirán contentos con tus recomendaciones, yo sigo sin sucumbir básicamente porque si lo insinúo a mí 'santo' me monta el tangai, Jajajaja…
Besos
El pisto con patatas le encanta a mi madre, suele hacerlo todo junto troceando la patata finita y cocinándolo a fuego lento. Una buena idea servirlo con las albóndigas, a mi también me gusta, es un buen maridaje. Y desde luego yo no me hubiera comido albóndiga y media, ni me hubiera faltado el pan.
ResponderEliminarUn beso.
Como siempre una receta de aprovechamiento inmejorable!! Con un buen pan de esos que tu haces tan bien se convierte en un plato de lujo!!Besitos.
ResponderEliminarBuenos días Marisa, las albóndigas me gustan, pero nunca las había preguntado con pisto. Y el pisto me encanta, así que te copio la idea. Eso sí sin freidora de aire 😄 Besos
ResponderEliminarHola Marisa, a mi me gusta mucho. Esta combinación con el pisto, las patatas y las albóndigas. Yo alguna vez he comprado preparadas. Y depende de donde también me han venido un poco con demasiada sal.
ResponderEliminarPero bueno de vez en cuando todos lo hacemos, es práctico. Te ha quedado un plato bien rico, y además aprovechando :) Besos.
una ricetta che mi piace tanto e soprattutto mi da l'opportunità di provare il nuovo forno ad aria!
ResponderEliminarMarisa , que rico y en freidora de aire , te quedo genial
ResponderEliminarbesinos
¡¡Hola Marisa!! Yo soy de las que prefieren las patatas fritas blandas, me gustan mucho más, así que conmigo hubieras triunfado, También prefiero tu pisto descafeinado, no soy mucho de tomate frito, nunca le añado a los macarrones el tomate frito, mi salsa de tomate la frío yo y a penas, pues me gusta mucho menos frito, casi natural. Y bueno, a las albóndigas que no son mías les tengo un poco de tirria, la culpa fue en el cole, cuando tenía que comer en el comedor. Pocas comidas del comedor me gustaban, aunque lo hacían casi todo muy casero, pero no me gustaba. Odiaba el tomate frito de allí, el atún de los macarrones brillaba por su ausencia y todo estaba muy rebozado en tomate frito, de ahí que ahora, lo prefiera casi al natural. De lo poco que me gustaba eran las albóndigas, me encantaba y un día, uno de los profesores quiso burlarse de mí, así fue, tal cual te lo cuento, además, yo era una niña muy poco problemática y bastante buena. Se mofó de mí al darse cuenta de que las albóndigas sí me gustaban, ya que muchas cosas eran casi incomibles, y como uno de mis compañeros de mesa me dio una de las suyas (es que no te quitaban el plato si no estaba prácticamente limpio y mi compañero no quiso más, me dio las que le quedaba). El profesor riéndose, me dijo: esto sí te gusta, ¿eh? Y burlándose, me empezó a dar a la fuerza no sólo las de mi compañero, también las que se dejaron todos los de la mesa. Creía que vomitaba antes de terminar, pero no, aún me quedó tiempo para ir al baño y vomitar todo. Nunca más comí albóndigas, ya las envolvía luego yo en una servilleta y al bolsillo. Y no es que ya no me gusten, pero las como muy de vez en cuando. Besitos.
ResponderEliminarHola Marisa, ya veo que le sacas un buen partido a la freidora. Un día pienso en comprármela y al otro digo que no. Viendo las maravillas que hacéis con ella me entran unas ganas locas de tener una. El pisto con las patatas y las albóndigas es una excelente combinación . Me encanta¡¡¡¡
ResponderEliminarHola Marisa. Esta receta sí que es un "todo en uno", jejeje... Me gusta la idea de cocinar las albóndigas con el pisto, seguro que quedaron muy sabrosas. Aunque yo las haría en una cazuela, como toda la vida, pues no tengo freidora y me he prohibido comprarla, ya no me cabe un trasto más en la cocina, esto ya es un "si entra la freidora, salgo yo". Y es que, cacharro que veo, cacharro que se me antoja, blusas no me compraré, pero aperos de cocina...
ResponderEliminarUn beso.
Hola Marisa!!
ResponderEliminarQué bien sabes aprovechar todo.
Te ha quedado un plato de lo más atractivo y rico.
Tú cómete una albóndiga que yo me como el resto jeje
Besos ♥
Hola Marisa. Cuando tenemos una buena carnicería de confianza no hay problema, nos soluciona mucho la vida en la cocina, porque siempre hay momentos en los que se agradece esa ayuda extra. Hoy vienes con un menú completo con el que en mi casa te harina la ola. La freidora de aire se ha convertido en un buen aliado de nuestras cocinas. Mil besos Marisa.
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