Thermofan

Blog culinario de recetas sanas y bajas en azúcar.

La paradoja: caqui y cítricos sin recolectar


Tenía ganas de publicar esta entrada para mi proyecto 1 +/- 100, desperdicio 0. Es el punto de partida de muchas reflexiones, de necesidad de compartirlas con quien me quiera leer, estando de acuerdo o no. Las preguntas son abiertas, con tan sólo leer, cada uno puede llegar a sus propias conclusiones. 

Acompaño el texto con fotos de un día en el que estuve en contacto con la naturaleza de una forma muy especial.




Todo empezó a finales de noviembre. Tenía que viajar hasta Xàtiva y desde la autovía, desde hace unos años, he ido viendo cómo se sustituyen los naranjos por árboles de caquis. Cuando iba por Navidad a mi pueblo, me llamaban la atención los árboles con las hojas secas y algún fruto colgando de las ramas. Un contraste de marrones y naranjas, que en algunas zonas, eran vecinos de los verdes y anaranjados de los naranjos.




Mi sorpresa ese día de noviembre, fue encontrarme a la ida con campos de caquis plagados de frutos por el suelo. Si ya me llamaba la atención ver el cambio de la geografía agrícola en esa zona en los últimos años, más llamativo es encontrarme con esos campos cuya cosecha se ha quedado en su mayoría por el suelo. 

Como es un recorrido que me conozco a la perfección, a la vuelta (sobre las 11 de la mañana), me salí de la autovía a la altura de un pueblo pequeño de la Ribera Alta. Dejé el coche y andando, llegué hasta el campo. Me di cuenta de que casi todos los caquis del suelo, estaban en buen estado. El sol calentaba y el cielo azul limpio de nubes, contrastaba don los tonos naranja de los frutos y los ocres de las hojas. Caracoles de diferentes formas y tamaños, cañas abandonadas sobre los troncos… todo a primera vista, invitaba a disfrutar. 




Hacer fotos con el móvil pasó a ser secundario. Volví al coche, lo acerqué hasta uno de los caminos, junto a los campos y aparqué allí. Mi cabeza empezó a divagar y a hacerse preguntas. Ahora que estoy tan involucrada en intentar desperdiciar lo menos posible, ver tanto campo de fruta abandonada con el único fin de pudrirse, me provocaba tristeza y rabia. 

Al ver que nadie, o casi nadie, iba a aprovechar ni un solo caqui de esos campos, decidí llevarme a casa unos cuantos. Llevo bolsas de rafia grandes en el maletero y justamente había cuatro. Hacía fotos mientras iba cogiendo caquis grandes del suelo.




Pensé bastante porque estuve tiempo allí. No soy experta para nada en temas agrícolas, pero lo que menos puedo entender es cómo se pueden desperdiciar de esta forma alimentos aptos para el consumo con la cantidad de gente que no tiene para comer. 

Y sí, a partir de aquí, cualquiera que me lea, entendido en la materia, puede alegar razones comerciales que en el caso del caqui Persimón, con el éxito que ha tenido y tiene, parecen impensables. 




Para escribir esto, no me he entrevistado con nadie del sector, pero sí que he hecho búsquedas y en este interesante artículo de 2015, se indicaba: 

“…No se había dado aún el caso de que se quedaran producciones de caquis por recolectar. Al menos no de forma notable, como se puede apreciar ahora. Bien al contrario, las campañas anteriores destacaban por ver que los compradores indagaban dónde quedaban últimas partidas por colocar, y hasta la fruta que se había ido quedando rezagada en la venta, por ser de menor calibre o sufrir cualquier incidencia, como marcas de pedrisco, en la piel, se acababa adquiriendo, porque la demanda tiraba con ganas...” 

En el mismo artículo se habla de que se puede llegar a un punto de sobre producción porque “…mientras la DO Kaki Ribera del Xúquer realiza acciones promocionales y control de calidad, el resto prefiere campar a expensas de la inercia generada, pero sin arrimar el hombro, con lo que es más fácil que se puedan agrandar las dificultades…” 




Y entre unos pensamientos y otros, imaginaba cómo los ayuntamientos y otros estamentos públicos o sociales de esa zona, podrían aprovechar toda esa fruta para poder repartirla entre gente necesitada, cómo se podría dar trabajo a gente que carece de él, cómo se podrían utilizar esos caquis para que no fueran pasto de gusanos. 

Y ahora, más de uno que me lea, me podrá decir que no tengo ni idea de lo que hablo, que para comercializar la fruta, se tienen que tener en cuenta los calibres, que esté impoluta, sin defectos, ni picaduras, que el precio sea el adecuado etc. 

Y yo entonces, les contestaría que no me han entendido, que es verdad que no soy experta, que yo de lo que me quejo, lo que me preocupa, es lo mal que está repartido todo, lo poco conscientes que son muchos al desperdiciar lo que siempre ha sido valorado: los alimentos, las cosechas de muchas familias, que se pierden, su quebranto económico y su trabajo inútil. El daño que está haciendo este mundo globalizado… 




Me veía allí recogiendo caquis más consciente de esos sentimientos, que de lo que pudiera hacer con ellos en mi cocina. Un buen trabajo hubiera sido dirigirme a alguno de los ayuntamientos de esa comarca y preguntar a alguien, pero sabía que era trabajo nulo. No soy nadie, ni nadie me escucharía, menos me entendería. La única herramienta que poseo es escribir lo que siento en mi blog, poco más.




Volví a casa cargada con mis caquis, los coloqué extendidos sobre un plástico en la terraza. Esperando a que maduraran, no he dejado de recordar aquel día. Aún me quedan. 












Estos últimos días, la historia de los caquis se queda casi en anécdota, ante la noticia de la gran crisis de los cítricos valencianos. 

Según informa el Diario Levante, “…Miles de ciudadanos se manifestaron portando chalecos naranjas en 68 poblaciones de Castelló, València y Alacant y exigieron a la Administración un apoyo claro y sin fisuras a una actividad clave en nuestras comarcas…” 

“…Los citricultores amplían sus demandas y reclaman a la UE y al Gobierno que aprueben ayudas directas a los productores afectados «para que no se tengan que ver obligados a talar los árboles por la falta de rentabilidad. Un 30 % de la producción se ha quedado sin recoger (naranjas y mandarinas, limones)…” 

En las televisiones, agricultores, campos de naranjos llenos de frutos y gente contratada para recolectar con el único fin de tirarlos o dejarlos perder en el suelo. Decían que es necesario quitar la fruta para que el año próximo los árboles, puedan dar sus frutos de nuevo, si no los arrancan.

Ayer, estuve en el mercado. Un mercado casi vacío, de paradas y de gente. Las paradas, a rebosar de naranjas y mandarinas. Nunca había visto tantas. Vendían 6 kgs por 2 euros, casi te suplicaban que compraras…

Mientras, en las televisiones, ya nadie dice nada de los cítricos. Hablan de temas que hoy son noticia, pero que mañana, o en unos días, tendrán menos predicamento, que uno de mis preciosos caquis aplastados.

Antes de reescribir este texto, he hecho una búsqueda en Google y he escrito:

- “Fruta que no se recolecta”, obteniendo 0 respuestas. 
- “Caqui que no se recolecta”, obteniendo 0 respuestas.
- “Naranja que no se recolecta”, obteniendo 0 respuestas.

¿Y la paradoja es que siguen arrancándose naranjos para reconvertir las fincas a caquis?

Extiendo estas reflexiones a cualquier desperdicio de otras frutas y verduras, no sólo en los campos de cultivo, también en supermercados, tiendas y grandes superficies.

Notas:

- Los caquis de estos campos, son Persimón. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Kaki Ribera del Xúquer (Valencia), que se remonta a 2008, tiene como principal función el control y la promoción del kaki de la variedad “Rojo Brillante”, única variedad amparada y conocida comercialmente como “kaki persimon”. El caqui protegido bajo esta DO es el único que puede denominarse “kaki persimon”. “Los mercados de la Unión Europea, como Gran Bretaña, Alemania y la propia España, son su apuesta comercializadora”.

- El Persimón, a diferencia del Classic, se recolecta semi maduro y ha de ser sometido a un tratamiento para eliminar la astringencia ya que si no es así, no es apto para el consumo.

- IGP son la siglas de Indicación Geográfica Protegida. IGP “Cítricos Valencianos” es una figura de calidad dirigida por su Consejo Regulador , formado por 15 vocales que representan a todas las partes del sector citrícola de la Comunidad Valenciana.

- Es la entidad que certifica aquellos cítricos (naranjas, mandarinas y limones) que son cultivados en la Comunidad Valenciana y cumplen todos los requisitos exigidos, tanto de garantía de origen como de calidad.

- La IGP tiene dos grandes objetivos: la certificación y la promoción de los cítricos valencianos.

Con pulpa de estos ricos caquis, hice este Cake húmedo caqui-coco, que te alegrará la vista y el paladar. También una receta para 1 +/- 100, desperdicio 0.




Comentarios

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  1. Marisa se me encoge el alma cuando veo cosas como estas, ni te imaginas lo que me duele ver estos abusos y desperdicios, como por ejemplo los tomates, otro gran producto manipulado por la especulación. Y luego venga a llorar y pedir subvenciones, que no sé de dónde pretenden que salgan, si todo en la vida tiene un límite incluido el maldito dinero, que es el que lo corrompe todo.
    Has sido muy valiente en hacer esta proclama pública. Quizá no sirva para nada, ni siquiera para acallar conciencias, pero al menos deja constancia de lo poco que valoramos lo que tenemos, preferimos mil veces tirar las cosas, que ayudar al prójimo. Porque siempre hay alternativas para dar salida a un producto de manera altruista, sin necesidad de lucrarse con todo.
    Besos

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    1. Gracias Concha. He tardado en escribir y me he quedado corta porque buscando información, podría haberme extendido mucho más. Simplemente, he querido ir expresando lo que sentí ese día y los siguientes, lo que sigo sintiendo ahora y que es extensible a muchas más cosas. Comparto totalmente tu comentario.
      Un beso.

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  2. Es muy triste, todo son intereses comerciales, pagar mal a los agricultores que les sale más a cuenta tirar la fruta que recogerla, por desgracia este caso no es algo poco usual, ocurre también con otros cultivos y con el ganado.
    Pone de muy mal humor tener buenas frutas y que tengamos que comer productos importados. Siempre es mejor consumir productos cercanos, en su punto de madurez y con todo el sabor, cuando vienen de tan lejos los recogen verdes y maduran en cámaras perdiendo todo el sabor y calidad.
    Besos.

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  3. Hola Marisa...
    Tristeza de ver como hay tanto desperdicio y tanta necesidad hoy dia.
    No se si servirá para algo hacer esta pequeña reclamación desde tu blog...pero lo mismo llega algún sitio...que eso espero....y toman conciencia de ello.
    Una pena que está fruta acabe como comida solamente de caracoles y otros animalitos... pues se ven de una categoría superior.
    Imagino verte llenando esas bolsitas con tan preciada fruta.
    Seguro que pronto veremos esos platos en la que lucirán maravillosamente bien.
    Un besazooo enormeee

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  4. Hola Marisa !! Primero que todo has escrito una entrada muy interesante que hace reflexionar.
    Ya sabes que el tema me toca de cerca,no es tan fácil y es mucho más complicado de lo que parece,no es que no se quiera dar.El campo no pasa por un buen momento,bueno ni ahora ni nunca, siempre son los más olvidados.Así para abrevir,solo hay que ver la fruta valenciana está por los suelos y los supermercados llenos de fruta de fuera,que no pasa control sanitario,por no decir de las plagas que entran en España (que eso es otro tema),pero va todo relacionado.Bueno el tema da para mucho,que no se puede resumir en dos párrafos.
    Como tenemos un café pendiente ya hablaremos más largo y tendido.Besets y a ver si quedamos pronto.Mary.

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  5. Buenas Marisa, aquí pasa algo parecido todos los veranos con la fruta de hueso. El exceso de producción hace que bajen los precios y acaban tirando camiones enteros a la basura.
    https://www.heraldo.es/noticias/economia/2017/08/01/los-agricultores-aragoneses-denuncian-los-precios-catastroficos-del-melocoton-1189746-309.html
    Cuando alguien dice que se podría llevar a los comedores sociales o repartir entre la gente necesitada, contestan que tiene que guardar las cadenas de frío y las normas sanitarias. Así que terminan en los vertederos, o esparcidas por el campo hasta que la tierra es labrada.

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  6. Hola, esto es un grave problema pero de difícil solución y más grave de lo que parece, tanto para el agricultor afectado que pierde mucho dinero como para aquellos que pasan muchas dificultades económicas y no tienen ni para comer. Algo contradictorio: tiramos productos y después hacemos la "operación kilo". ¡ QUé mal ! Pero es complicado. Pero sabes que estoy totalmente de acuerdo contigo, las autoridades competentes deberían sentarse más y preocuparse por esto, más actuar y luchar por el "desperdicio 0 " al que tanta falta hace llegar.
    Hace unos años me pasó algo parecido, pero en mi caso fueron pimientos verdes de asar y en otra ocasión sandías. Tuve para todo el año, sin exagerar.
    Un beso Marisa, un buen post, inmejorable trabajo y ojalá sirva para, al menos, refleionar. Mil besos!!

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  7. Estoy completamente de acuerdo. Es una verdadera lástima ver la fruta en el suelo, así como otros productos hortofrutícolas que se tiran. Tiene que haber alguna forma de evitar que eso pase. Con tu permiso, he participado en tu reto con una recetita de mi pequeño blog. Espero participar en más ocasiones.
    Isabel (dedulzangascomiditasyotraszarandajas.blogspot.com)

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  8. Hola Marisa! Mucho para reflexionar y comentar en este post, esto pasa en muchos lugares, yo tampoco entiendo de razones económicas ni nada de eso para que semejante cantidad de productos se pierdan. En algunos lugares permiten que las personas recolecten esos excedentes, otros incluso los proveen a escuelas u otras organizaciones como bancos de alimentos, pero la verdad es una minoría.
    Muchos de los alimentos por no cumplir ciertos "estándares de belleza" como peso, tamaño, color, son descartados y terminan allí tirados, me pregunto cuánto ganan realmente estas fincas? y si pierden, por qué sigue con las mismas prácticas cada año? Al igual que tú, tampoco se de estas cosas, simplemente no entiendo el punto...
    En las fotos sólo se ve desolación, es un paisaje que da tristeza, ojalá nuestra sociedad se de cuenta de una buena vez el daño que estas prácticas malsanas hacen desde todo punto de vista.
    Un beso y gracias por traer estas reflexiones a la mesa.

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  9. Tu post da mucho que pensar, ya lo creo! es una verdadera lástima ver los campos así, con la fruta tirada por los suelos,totalmente desperdiciada... ojalá tu escrito llegue lejos y sirva para concienciar y buscar soluciones.
    Un beso!

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  10. Buenos días chicas, aquí dejo mi aportación. Un reciclaje de salsa para unas albóndigas bien jugositas.
    Besos

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  11. Muy buena entrada y estoy de acuerdo en que clama al cielo ver tanta fruta tirada en el suelo y en buen estado. Pero yo me pregunto...que pasa últimamente con tanto caqui? se ha puesto de moda como el aguacate? porque tanto campo de caqui a costa de los cítricos? porque yo las naranjas y mandarinas que me como en Holanda (y bien ricas) vienen directamente de vuestra zona!!!! De locos...

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  12. Hola Marisa, en respuesta a tu invitación, aquí dejo mi receta de hoy con la que pretendo colaborar en tu interesante proyecto de reciclaje. Espero que te guste y sirva para concienciar de que todo es aprovechable y hay que tirar menos.
    Un beso.

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  13. Esta entrada en especial la siento abrumadora por un lado y preciosa por otro lado. Me explico: ese día en que tomaste esas fotos, las veo y leo un campo de contraste azul naranja tan bonito y mágico, como que en esa tarde tenías que toparte con ese campo para retratar con tu cámara de móvil este campo de fruta desperdiciada. Es ver esos caquis y sentir un escalofrío contundente, porque es tan cierto lo que nos dices Marisa, la cantidad de personas que no tienen nada para comer y mira estos campos de fruta perdida. Así, sin más...
    Es una pena, una lástima que no existan políticas para el manejo descontrolado de la sobreproducción de alimentos, de los alimentos a los que se les deja de lado por no cumplir parámetros o estándares de mercado..., en fin
    Lo cierto es que la cantidad de comida que se pierde es abrumadora, para meditar. En la ciudad donde ahora resido, los mercados son de campesinos que van itinerantes diferentes días de la semana por diferentes zonas de la ciudad, he descubierto que los días sábados a menos de 1 km de casa, en un gran parque se hace un mercado estupendo. El primer día que fuimos, me sorprendió ver que las frutas ya maduras o casi a punto de expirar, las reúnen en baldes que venden por 1 real y a que no adivinas..., mermelada deliciosa de duraznos para dar y convidar por menos de 1 real, ese día fui feliz con ver esas iniciativas. Para aprovechar todo, nunca antes había visto eso y me parece estupendo. y voy por la receta...

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  14. Cuanta razón tienes Marisa, y que pena da. Este año ha sido un tremendo desastre para los agricultores de la naranja, yo tengo amigos con huertos de naranjas y es una ruina, gastan más en el cultivo que lo que reciben....si es que llegan a venderlas.
    Yo tampoco soy experta en todo esto pero me parece una injusticia, con la cantidad de personas que no tienen nada!
    Has hecho una entrada preciosa, ojalá sirva para algo.
    Un bst.

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Sé bienvenido a mi cocina. Me alegra compartir contigo mis recetas y deseo que te gusten.
Espero que no tardes en volver.
Saludos. Marisa


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