Es mucho mejor congelar tu propia fruta, porque controlas la calidad y la madurez, así como el dulzor, la acidez… cualquier factor que influirá en la calidad después de la congelación. Lo mismo ocurre con las verduras y hortalizas. Seguro que habréis comprobado la diferencia al preparar una ensaladilla utilizando un preparado de verdura congelada, o utilizando verdura congelada por vosotros. Congelar, permite controlar otras variables, como el tamaño, el tipo de corte, de recipiente o de congelación. Si se hace bien, también se evita encontrar trozos de hielo.
He preparado un tutorial que me sirva y sirva a quien lo lea. Desde hace tiempo, congelo verduras, fruta, comida ya cocinada, dulces o panes y nunca me había puesto a investigar un poco, sobre cómo hacerlo lo mejor posible, para obtener un buen resultado. Es un tutorial en el que todavía queda trabajo, ya que por ahora, sólo he escrito sobre frutas y verduras y el proceso de congelación en general. Poco a poco, iré completándolo y mejorando el contenido ya publicado.
La calidad de cada producto, una vez congelado, se ve afectada por:
- La frescura del producto
- El método y proceso de congelación
- Los recipientes
- Las condiciones al congelar
Información básica a tener en cuenta:
- Los alimentos tienen que ser de buena calidad.
- Hay que prepararlos cuidadosamente y congelarlos rápidamente con el fin de controlar el crecimiento de las bacterias y los hongos.
- Preparar platos antes de congelarlos, representa, a menudo, economizar tiempo, trabajo y dinero. Elegir los restos que no pueden ser utilizados de inmediato, los platos que requieren una larga preparación, frutas y verduras de temporada; los platos que se pueden preparar en mayor cantidad y alimentos que conservan su sabor y apariencia después de un período razonable de conservación.
- Congelar frutas y verduras cuando estén frescos. Lavar y secar perfectamente.
- Colocarlos en los recipientes, enteros o cortados en trozos pequeños. Se congelan más rápido si están cortados en trozos pequeños, pero dependerá del tipo de verdura o fruta.
- Con el fin de optimizar el proceso, no congelar alimentos con un peso superior a 1 kg y medio.
- No recongelar un producto previamente congelado, para evitar cualquier tipo de intoxicación alimentaria.
- No introducir en el congelador alimentos que estén todavía calientes porque favorecerán el descongelado de los demás productos. Antes de introducir un alimento cocinado en el frigorífico, es conveniente dejar que se enfríe para evitar que el electrodoméstico se ponga en funcionamiento para poder recuperar la temperatura que tenía antes de introducir el alimento caliente.
- Las frutas se pueden mantener en el congelador hasta un año y las verduras 18 meses aproximadamente.
- Es imprescindible regular el termostato de manera adecuada. La temperatura óptima para el frigorífico es de 6°C (42,8°F) y de -18°C (-0,4°F), para el congelador. Temperaturas más frías, incrementan notablemente el consumo de energía, un 5% por cada grado, y no incrementan la conservación de los alimentos.
- Al congelarlas, el agua de las frutas y verduras se expande, formando cristales de hielo que rompen las paredes celulares; es por eso, que se ablandan cuando se descongelan. Para reducir el daño celular, se deben congelar rápidamente: las temperaturas más frías producen cristales de hielo más pequeños, que hacen menos daño a las paredes celulares.
- Siempre tengo hecho un inventario de los alimentos que tengo congelados. Utilizo una libreta especial para ello y voy añadiendo o borrando, lo que congelo o consumo; También indico la fecha de congelación y de caducidad.
Empaquetado:
Si los alimentos no están bien protegidos, la baja temperatura y la falta de humedad del congelador, los secará rápidamente. Es por eso necesario, utilizar bolsas de plástico de calidad y recipientes aptos para la congelación. Los films alimentarios, el papel y los recipientes de aluminio, nos son también de utilidad.
Consejos útiles:
- Disponer la comida bien distribuida en recipientes para evitar burbujas de aire, dejando espacio para la expansión debido a la congelación.
- Elegir sólo recipientes que tienen grandes aberturas para evitar tener que descongelar los alimentos antes de calentar o cocinar.
- Para los alimentos que se tengan que calentar en el microondas, utilizar recipientes aptos para este horno. Tener en cuenta el tamaño de los contenedores, según el número de porciones que se vaya a congelar. Tened en cuenta, que no todos los recipientes son aptos para microondas y horno o para congelar.
Tipo de recipientes:
1. Recipientes herméticos y resistentes al vapor y la humedad.
- Los recipientes poco profundos y aptos, son los mejores: se pueden apilar uno encima del otro y los alimentos se congelan y descongelan más deprisa.
- Los envases rígidos de plástico se acomodan fácilmente en el congelador.
- Los recipientes de plástico fuerte pueden reutilizarse hasta que ya no cierren bien o se agrieten. No todos estos recipientes son aptos para meterlos en el microondas, ni siquiera para descongelar. Si se va a pasar directamente la comida desde el congelador al microondas, es mejor utilizar recipientes que están diseñados para congelar-calentar.
2. Las fuentes de cristal o cerámicas y los recipientes de metal o aluminio, pueden pasar del congelador al horno directamente, si así lo indica el fabricante.
3. Los frascos de boca ancha con tapa segura y firme, facilitan el manejo de los alimentos y son mejores para congelar los alimentos con líquido. Los frascos normales se pueden romper a bajas temperaturas. Es importante dejar bastante espacio entre los alimentos y la boca del frasco para evitar que éste se rompa, debido a que la comida se expande cuando se congela.
4. Las bolsas de plástico herméticas.
4. Las bolsas de plástico herméticas.
- Cuando se llenen las bolsas de plástico para congelar, hay que dejar suficiente espacio para poder hacer un nudo que selle herméticamente y si ya dispone de cierre hermético, también es conveniente no llenarla demasiado. Hay que evitar que el aire penetre en el recipiente o en la bolsa, que debe quedar bien sellada. Se deberían utilizar una sola vez, por si se ha debilitado el material por su uso anterior. Hay que tener cuidado al introducirlas en el congelador para que no se abran o se rompan. Cuando las coloco horizontalmente, yo pongo trozos de papel sulfurizado entre cada bolsa para que no se peguen entre ellas.
5. Los cartones de leche o zumos, bien limpios y secos, son idóneos para congelar zumos, caldos y salsas, sopas y otros líquidos. Se deben utilizar los recipientes de 300 ml, 600 ml o 1 litro. Hay que cerrarlos bien después de rellenarlos. Sabremos la cantidad exacta que contienen y se apilarán fácilmente en el congelador.
6. Los envases del queso fresco o de untar, de helado, de mantequilla o de nata, no son herméticos y no mantienen la calidad de los alimentos, a menos que se revistan con una bolsa o una envoltura de plástico.
7. Las envolturas flexibles se pueden usar para congelar verduras, carnes, pescado y pollo. Se puede usar papel aluminio y papel laminado especial para congelar. Es mejor, cuando se utilice plástico transparente, ponerlo dentro de un envase rígido para que no se rompa.
Posibles problemas:
- Cuando el proceso de congelación “quema” los alimentos, éstos cambian el color y la textura. Esto es debido a deficiencias en el proceso de congelación. El sabor y la calidad, no serán las óptimas. Se puede comprobar porque la superficie del alimento está seca y con manchas grisáceas debido a la falta de humedad. Si el tiempo de congelación ha excedido el aconsejable, también afectará al cambio de color del producto.
Descongelación:
- Descongelar los alimentos dentro del frigorífico, es lo más seguro. Dependiendo del tipo de alimento, el descongelado puede tardar hasta 24 horas. Si se ha descongelado de esta forma, puede esperar 48 horas hasta ser cocinado.
- Descongelar en el microondas, si se hace bien, es lo más sencillo y lo más rápido. Es mejor seguir las instrucciones del fabricante y utilizar la función de descongelado del aparato. Así y todo, hay que controlar el proceso con el fin de que los alimentos, en lugar de descongelarse, no se cuezan.
Hola guapísima !!!
ResponderEliminarMi segundo apellido es mariacongelación jajaja. Tengo un arcón en la cocina y menudo trabajo le doy. Ayer tocó hacer molletes integrales y llenar unas cuantas bolsas para la semana. Y también estoy liada congelando uvas, que tengo las parras a rebosar y ya no sé qué hacer con tantas.
En fin, sigo leyendo tu tutorial, que como siempre es un acierto y muy interesante y aunque se sepan las cosas, no viene mal recordalas y coger ideas.
Voy a por la segunda entrega . . .
Besotes mi niña, feliz Domingo.
Hola! Llego por aquí leyendo la entrada de Cuca "congelando el verano" y hablaba de tus tutoriales para congelar frutas. Muy útil información para realizar con éxito este proceso y aprovechar los alimentos de la mejor manera posible.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog, felicidades y éxitos!!
Se ha escrito información muy interesante sobre los envases en los que se pueden conservar los alimentos en el congelador. Siempre pensé que todos los envases de plástico servían para este fin.
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