Me quedaba muy poca harina de Tritordeum y también tenía sandía muy madura que no me apetecía convertir en helado. Decidí hacer un zumo y se me ocurrió probar el resultado amasando estos bollitos que son totalmente de reciclaje.
Como no podía esperar al día siguiente, utilicé el zumo restante y me puse a preparar un pan de molde en panificadora que publicaré más adelante y que es el que os mostré un poquito en la receta, Dulce mágico de tomate y melón. Mucho más rápido, pero diferente.
Me gusta bolear panecillos, casi más que otro tipo de panes. Éstos, son esponjosos, su corteza crujiente y con un color diferente, a pesar de que la harina de espelta integral y la de Tritordeum son oscuras. Al día siguiente, al sacar la masa de la nevera, se percibía el olor a sandía y eso me sorprendió, porque no lo esperaba.
Utilicé las semillas de chía para envolverlos, pero sin pasarme, pues no se debe abusar, comiendo como máximo, 15 g al día.
Son pequeños, pero podéis elegir el tamaño que más os guste o se adecue a vuestras necesidades.
Espero que os gusten, tanto como a mí. Mirad qué color tienen y el sabor, también es especial.
Ingredientes
- 300 g de zumo de sandía
- 200 g de harina de Tritordeum
- 200 g de harina de trigo panificable
- 80 g de harina de espelta integral
- sal
- 3 g de levadura seca de panadería
- semillas de chía
Antes de empezar…
- Triturar la pulpa de sandía en el vaso de la TMX o en una batidora. Comprobar que no hay ninguna semilla. Yo no lo colé porque quería obtener un zumo integral, que no se perdiera la pulpa.
- Poner un recipiente con agua en el horno.
- Precalentar el horno a 200º.
Preparación en TMX
- Poner el zumo de sandía en el vaso. Agregar la sal. No le puse sal porque no la tomo, pero en este caso, el toque dulce es una ventaja.
- Programar, 1 minuto, 37º. velocidad 1.
- Agregar las harinas y la sal. Programar, 6 segundos, velocidade 6. Comprobar si es necesario añadir más agua o harina. Programar de nuevo, 3 minutos, velocidad espiga y sin cubilete para que se airee la masa.
- Sacar la masa del vaso, colocarla en un bol untado con aceite, tapar con papel film y dejar el bol dentro de la nevera durante toda la noche. Yo lo tuve 24 horas.
Preparación tradicional
- Poner las harinas junto con la sal en la superficie de trabajo formando un volcán. No le puse sal porque no la tomo, pero en este caso, el toque dulce es una ventaja.
- Verter el zumo de sandía en centro. Empezar a amasar hasta que el zumo se haya integrado totalmente. Comprobar si es necesario añadir más agua o harina. La masa obtenida tiene que ser lisa y de textura homogénea.
- Formar una bola con la masa, colocarla en un bol untado con aceite, tapar con papel film y dejar el bol dentro de la nevera durante toda la noche. Yo lo tuve 24 horas.
Boleado y horneado
- Al día siguiente, sacar el bol de la nevera y dejar reposar la masa una media hora. El tiempo dependerá de la temperatura ambiente.
- Colocar la masa sobre la superficie de trabajo. Cortar piezas de 50 o 60 g. Dejar reposar las piezas de masa unos 5 minutos y tapadas con un paño.
- Colocar una cucharada de semillas de chía en la superficie de trabajo.
- Coger una pieza de masa y bolearla hasta que no queden marcas en la base y ayudándonos con el dedo pulgar. Rebozar el panecillo con las semillas. Colocarlo en una lata perforada especial para hornear pan o cubierta con papel sulfurizado.
- Repetir la operación con el resto de panes.
- Tapar los bollitos y dejar leudar hasta que doblen su volumen. Dependerá de la temperatura ambiente.
- Con una cuchilla, hacer un corte transversal en cada panecillo.
- Introducir la lata en el horno precalentado y hornear durante 10 minutos a 200º, sólo calor abajo.
- Pasado el tiempo, bajar la temperatura a 180º y hornear con calor arriba, abajo.
- Comprobar que están cocidos, sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
Notas:
- Si no se tiene sandía, no será lo mismo, pero se puede utilizar agua o igual quedan también bien con otro tipo de zumo natural.
- Decidí hacer unos panecillos pequeños, pero dejo a vuestra elección el tamaño.
Bon profit!
They have puffed up so well..looks spongy soft..Delicious!
ResponderEliminarMarisa ya sabes que me encanta venir a tu cocina. Siempre me está esperando una receta sencilla, diferente y sobre todo ¡muy apetecible! Estos bollitos me han enamorado a la par que llamado la atención por originales y sin duda por ricos porque si no fueran buenos no estarían en tu cocina
ResponderEliminar¡BEsos mil!
Que originales, el zumo de sandía les dará un toque dulce...imagino... el color y el aspecto es impresionante!! Bs.
ResponderEliminarPues mira que no me sorprende que les hayas puesto sandia, casi me lees el pensamiento.. ya verás porque.
ResponderEliminarLo primero que voy a hacer con mi horno va a ser pan, a ver si me aclaro con la espelta. Los tuyos casi los puedo oler desde aquí.
Un beso grande!
Marisa te he echado de menos esta semana, no te he visto por mi cocina, ni tampoco activa por la red, espero que tu ausencia sea debido a este brote creativo que esas sufriendo, y nosotros disfrutando, jajaja. Solo ver tus bollitos se me antojan, y es que tienen muy buena pinta. A mí me encanta probar todos los panes raros que veo por ahí, y el tuyo suena muy rico, jejeje. Pan de sandía, total y absolutamente delirante. Disfruta del fin de, besos.
ResponderEliminarMarisa me has dejado de piedra, a mi jamás se me ocurriría ponerle sandia al pan, y encima los sacas airosa y lucen por si mismos sin necesidad de vendernos nada, que bien te han quedado y ricos, madre de dios estarían brutales, me pierden los panecillos pequeños....Bess
ResponderEliminarNo dejas de sorprenderme cada vez que vengo me descubres algo nuevo ,no se habira ocurrido usar sandia para hacer pan , no me ves pero no dejo de haerte la ola, cuando sea mayor quiero ser como tu.
ResponderEliminarTomo nota y me llevo la receta a mi carpeta de pendientes seguro estan de rexupete ,te han quedado de relujo.
Bicos mil y feliz finde wapisimaa.
Hola!! me maravilla ver el resultado, y me encantaria probarlos, con ese zumo de sandía tiene que ser muy especial el sabor. La combinación de todos los ingredientes me encanta, muy innovadora y original :) petonets!!
ResponderEliminarMarisa nunca se me hubiera ocurrido un pan con zumo y menos de sandía. Me parecen espectaculares y deliciosos sin duda alguna. Qué arte tienes, para tí un aplauso y un olé!!!
ResponderEliminarSencillamente geniales! Me encantan! Tus ideas vuelan querida y mira el resultado! Un besito
ResponderEliminarMe gustan mucho, no habría imaginado que el zumo de sandía sirviera para obtener unos panecillos tan especiales. Si me envías una docena haré feliz a mi hija, jajaja, le entusiasman todos los panecillos y éstos son muy, muy originales. Un besillo.
ResponderEliminarHola Marisa! A mi me gustan más los panes así, en bollitos individuales, los encuentro mucho más monos no sé! Y además de bonitos los tuyos se ven bien ricos también ;) La verdad que es la primera vez que veo echar zumo en una masa de pan pero por qué no? Y viendo tus fotos no hay duda: se puede y funciona de maravilla 😉 Besotes!!
ResponderEliminarMarisa querida!!!! estos panecillos no los podía pasar de largo. Siempre me sorprendes con tus ideas, ese zumo de sandía en un panecillo además de tener ese sabor especial que dices, el color esta precioso. Lo de bolear panecilos más pequeños, concuerdo contigo, resulta mucho más fácil de manejar. Este reciclaje esponjoso y rico culminado con semillas de chía están buenísimos.
ResponderEliminarte mando un abrazo grande!