Últimamente, he cambiado la estrategia para poder publicar más tortillas en el blog y es que suelo cocinarlas para cenar y no hay suficiente luz para hacer fotos. Es algo tan tonto, como cortarla y fotografiarla al día siguiente.
Los albaricoques que más me gustan no los suelo encontrar fácilmente y mucho menos, maduros. Compré cuatro kg también valencianos pero anaranjados y con los que quedaban, preparé esta coca y una mermelada.
Compré unas claras pasteurizadas sin saber muy bien qué iba a hacer con ellas aunque la idea de un bizcocho rondaba por ahí. Al final, elegí esta receta muy popular en el mundo TMX y la adapté a mi gusto y a la freidora.