Este año entre unas cosas y otras, no estoy muy motivada con las monas de Pascua, pero el otro día me decidí y al final, creo que mi atolondramiento hizo que la mona que tenía que ser fácil y rápida, se convirtiera en otra cosa. Os presento a mi MONA-COCA. Está deliciosa y no tiene nada que envidiar a las monas tradicionales porque además de muy esponjosa sabe igual. Simplemente, le he hecho un lifting y parece una coca. Da igual, porque ambas son recetas valencianas. Os gustará. ¡Felices Pascuas!.
Aquí en Valencia, una Pascua sin mona, no es Pascua. Tenía una receta nueva que mi amigo Fernando me envió por whatsapp y se la envió a él su amigo Vicente, el panadero del que recibí la clase para intentar aprender las Pataquetas. Ahí estaba hasta que el miércoles me dije que si era rápida, por qué no iba a hacerla.
Mi gozo en un pozo. No me planteé que podría fallar algo y me encontré con que la masa tras dos levados era demasiado blanda. Tenía una opción sencilla que era ir añadiéndole más harina, pero sabía que una mona necesita mucho tiempo de levados y que si se la añadía, podría quedarme como una piedra porque no tenía mucho tiempo. Resumiendo, que mal empecé y peor podía acabar.
Como tampoco quería tirar la masa a la basura, pensé que al estar tan blanda podría ponerla en una lata y seguro que quedaría esponjosa. No me equivoqué y aquí tenéis el resultado. Una mona en forma de coca y una coca de llanda con masa de mona. La masa queda muy, pero que muy esponjosa y con el mismo sabor de la mona “oficial”, la de siempre. Creo que es la masa más tierna y esponjosa que he horneado en toda mi vida.
No os puedo decir si el error estaba en el tamaño de los huevos, en el tipo de harina… lo que sí que sé es que mi fallo principal fue fiarme de las medidas, nunca se deben dar por exactas y más si la masa lleva huevos, leche o agua y aceite y no te queda harina de fuerza. Hay que probar sin añadir todo a la vez, pero sobre todo, tener tiempo y paciencia. Parece mentira que con la práctica que yo tengo...
Lo que sí que os aseguro es que vale la pena hacerla así porque además de que está muy buena, no nos supone mucho tiempo, ni trabajo y se puede congelar.
Como en esta receta nada purista, he evitado tirar a la basura una masa y la he reciclado obteniendo otra receta parecida, pero no exacta, he considerado que era buena para nuestro Reciclando Sabores. Si queréis participar este mes, pinchad aquí y tenéis tiempo hasta el día 15.
Animaos y si tenéis un ratito, preparad mi mona-coca.
- 100 g de aceite de oliva suave o de girasol
- 150 ml de agua mineral
- 15 g de sal
- 100 g de azúcar
- 2 huevos L
- ½ kg de harina de fuerza (yo la puse de repostería)
- 50 g de levadura fresca de panadero
Preparación en TMX
- Pesar el azúcar y ponerlo en el vaso. Dar varios golpes de turbo hasta que se haga glas. Sacar del vaso y reservar.
- Pesar el aceite. Verterlo en una jarrita y reservar.
- Pesar la harina y tamizarla. Reservar.
- Verter en el vaso el agua. Programar, 1 minuto, 37º, velocidad 1.
- Añadir la levadura desmenuzada. Programar, 10 segundos, velocidad 4. Comprobar que la levadura está disuelta.
- Añadir los huevos (temperatura ambiente). Programar, 2 minutos, velocidad 4.
- Añadir el azúcar y la mitad de la harina. Programar, 3 minutos, velocidad 2.
- Añadir el aceite que teníamos reservado y el resto de la harina. Programar, 6 segundos, velocidad 6. A continuación, programar, 1 minuto, vaso cerrado, velocidad espiga.
- Sacar la masa del vaso. Estará muy blanda y pegajosa, costará sacarla. Volcarla sobre un bol untado con aceite. Tapar con papel film también untado con aceite y dejar leudar 30 minutos.
- Sacar la masa del bol, volcarla sobre la superficie de trabajo un poco enharinada. Con la ayuda de una rasqueta o una espátula dura, plegar la masa sobre sí misma varias veces. Estará muy blanda.
- Con las manos untadas con un poco de aceite y con la ayuda de la rasqueta, volver a colocarla en el bol y dejarla leudar otros 30 minutos.
- Forrar la lata con papel vegetal. Para que no se mueva se puede mojar la base de la lata con un poco de agua, aceite o un poco de mantequilla.
- Verter la masa sobre el papel. Estará muy blanda y pegajosa. Con las manos untadas con aceite, extenderla bien por toda la lata. Yo en este momento formo como una pirámide con una bolsa de plástico grande a la que le corto un lado (puede ser una de basura limpia); de esta forma el plástico no toca la masa ya que lo levanto y remeto la parte inferior por debajo de la lata. Formo así una como una cámara de fermentación para que la masa leude bien evitando las corrientes. En este caso, al no importar la forma, es ideal. Dejé la masa así durante 1 hora.
- Espolvorear la superficie con azúcar.
- Precalentar el horno a 200º con ventilador. Introducir la lata en el horno precalentado, bajar la temperatura a 180º y hornear hasta que esté bien dorada y crujiente y al pinchar con una brocheta ésta salga limpia. La mía en 12 minutos estaba lista.
- Sacar con cuidado del horno y colocar sobre una rejilla grande (puede valer una de horno). No cortar hasta que esté fría. Yo lo hice y se nota en las fotos.
Estaba tan tierna que se desmontaba la torre y no se aprecia bien en la foto lo esponjosa que estaba. Y, ¡cómo huele la casa!
Preparación tradicional
- Pesar el aceite, la sal, la levadura, el azúcar y la harina. Reservar.
- Mezclar todos los ingredientes y dejar reposar 30 minutos. En este punto es importante que la masa no esté en contacto con el aire por lo que deberemos tapar el bol con film transparente.
- Amasar y dejar fermentar otros 30 minutos.
- Forrar la lata con papel vegetal. Para que no se mueva se puede mojar la base de la lata con un poco de agua, aceite o un poco de mantequilla.
- Verter la masa sobre el papel. Estará muy blanda y pegajosa. Con las manos untadas con aceite, extenderla bien por toda la lata. Yo en este momento formo como una pirámide con una bolsa de plástico grande a la que le corto un lado (puede ser una de basura limpia); de esta forma el plástico no toca la masa ya que lo levanto y remeto la parte inferior por debajo de la lata. Formo así una como una cámara de fermentación para que la masa leude bien evitando las corrientes. En este caso, al no importar la forma, es ideal. Dejé la masa así durante 1 hora.
- Espolvorear la superficie con azúcar.
- Precalentar el horno a 200º con ventilador. Introducir la lata en el horno precalentado, bajar la temperatura a 180º y hornear hasta que esté bien dorada y crujiente y al pinchar con una brocheta ésta salga limpia. La mía en 12 minutos ha estado lista.
- Sacar con cuidado del horno y colocar sobre una rejilla grande (puede valer una de horno). No cortar hasta que esté fría.
- Pesar el aceite, la sal, la levadura, el azúcar y la harina. Reservar.
- Mezclar todos los ingredientes y dejar reposar 30 minutos. En este punto es importante que la masa no esté en contacto con el aire por lo que deberemos tapar el bol con film transparente.
- Amasar y dejar fermentar otros 30 minutos.
- Forrar la lata con papel vegetal. Para que no se mueva se puede mojar la base de la lata con un poco de agua, aceite o un poco de mantequilla.
- Verter la masa sobre el papel. Estará muy blanda y pegajosa. Con las manos untadas con aceite, extenderla bien por toda la lata. Yo en este momento formo como una pirámide con una bolsa de plástico grande a la que le corto un lado (puede ser una de basura limpia); de esta forma el plástico no toca la masa ya que lo levanto y remeto la parte inferior por debajo de la lata. Formo así una como una cámara de fermentación para que la masa leude bien evitando las corrientes. En este caso, al no importar la forma, es ideal. Dejé la masa así durante 1 hora.
- Espolvorear la superficie con azúcar.
- Precalentar el horno a 200º con ventilador. Introducir la lata en el horno precalentado, bajar la temperatura a 180º y hornear hasta que esté bien dorada y crujiente y al pinchar con una brocheta ésta salga limpia. La mía en 12 minutos ha estado lista.
- Sacar con cuidado del horno y colocar sobre una rejilla grande (puede valer una de horno). No cortar hasta que esté fría.
Notas:
- La masa está muy blanda y es difícil de trabajar por eso conviene utilizar una rasqueta y untarse las manos con aceite. Una vez en la lata, a olvidarse de ella.
- En el caso de querer formar monas individuales, hay que proceder del siguiente modo:
* Pesar el aceite. Verterlo en una jarrita y reservar.
* Pesar la harina y tamizarla. Reservar.
* Calentar un poco el agua y añadir la levadura desmenuzada.
* Añadir los huevos (a temperatura ambiente) uno a uno e ir incorporándolos. Mezclar bien.
* Añadir el azúcar y la mitad de la harina.
* Añadir el aceite que teníamos reservado y la harina restante, sólo la que admita. Cuando esté la masa lisa y brillante y no se pegue a las paredes del bol, tapar con film transparente y dejar levar.
A partir de aquí, se pueden seguir los pasos de formado y horneado pinchando aquí.
Bon profit!
Marisa seguro que esta riquísima ¡¡¡ yo me comería un trocito con una taza de chocolate ummmmmm besotes
ResponderEliminarSe ve de lo más esponjosa, me recuerda nuestras bicas y tiene un colorcito ideal, has hecho un reciclaje fantástico, como siempre... Lo de siempre, no se puede tirar nada.
ResponderEliminarEspero que ya estes más animada y que estos días de fiesta te hayan sentado bien... yo sigo en plan tortuga.
Bicos mil y feliz Pascua
En mi casa no es costumbre hacerlas pero viendo estas delicias me tengo que animar. Vengo de otros blogs y se me están poniendo los dientes largos!!un beso Marisa y feliz finde!!
ResponderEliminarDe los errores salen las buenas recetas, dicen y yo creo que me quedo con tu error que me parece esponjoso y jugoso... sin duda, mucho mejor que la mona :)
ResponderEliminarY paciencia querida profe jajaja.
Besicos.
Que rico !!! Se ven muy bueno, me encantan.
ResponderEliminarBesos
Cocinando con Montse
Marisa, se ve suave y deliciosa , estupenda para mojar en un chocolatin
ResponderEliminarbesinos guapa
Seguro que por el aspecto e ingredientes tiene que estar de muerte.Bssss
ResponderEliminarMarisa, vuelvo de mis mini vacaciones y me encuentro con esta receta tan estupenda.
ResponderEliminarNo se a que se debe que la masa no resultara como tu pensabas, pero la verdad que el resultado final ha sido todo un acierto, la pinta es fabulosa, esta tengo que probarla.
Bss.
Tu mona-coca, es una autentica tentación, qué esponjosa se ve, tomo nota para probarla, gracias por compartir
ResponderEliminarUn beso
hola!!; pues tienes toda la razón, vale la pena hacerlas y la satisfacción que da el comerlas luego, te ha quedado muy bien!!! espero que tengas buena semana :)
ResponderEliminarMarisa un trocito de esa mona-coca con un trocito de chocolate me sentaría no sabes tu como!! que bien te ha quedado, con un color que invita a sacarle un buen pedazo...Bess
ResponderEliminarQue buena se ve tu mona coca se ve muy sabrosa
ResponderEliminar