Thermofan

Blog culinario de recetas sanas y bajas en azúcar.

Leche condensada desnatada y sin azúcar



Golosones y golosonas, gente adicta a la leche condensada, sí, vosotros, los que cogéis el tubo y os lo ponéis a la altura de la nariz más o menos, lo apretáis y esperáis con la boca abierta a que vaya derramándose y cayendo directa al interior, disfrutándola sin importaros que pequeños chorretones, se descontrolen y no consigáis “encestar”. Ya encontraréis después el momento de sacar la lengua y relamerlos, pero si no llegáis a todos, el dedo se convertirá en vuestro aliado. No hay que perderse ni una gota.

No me olvido de los que empezasteis con este vicio antes de que existieran tubos de plástico y estabais pegados a aquella lata, ¿recordáis? la que vuestra madre o abuela abrían con un abrelatas porque no se había inventado el “abre fácil”. Aquel borde dentado peligroso que cortaba de lo lindo, pero por el que nadie se preocupaba; antes los niños siempre estaban cerca del peligro y a los adultos, tampoco es que les importara demasiado. Aquel borde que no quedaba bien cerrado y dejaba entrever cuánta quedaba y cuánta se había endurecido o quedado pegada a las paredes de la lata. ¡Va! No seáis tímidos o cobardes, reconoced que metíais el dedo, os lo chupabais y lo volvíais a meter una y otra vez, pero sin tener en cuenta, que el volumen de leche iba bajando, mientras cometíais el pecado de la gula incontrolable. La verdad, no tengo conocimiento de nadie que se hubiera puesto enfermo a causa de la infinidad de bacterias que se multiplicaban en el interior de aquel bote. Tal vez si que hubo enfermos de atracón por ingesta desmesurada, pero eso quedaba en secreto. Sí, dolía la tripa, ya se pasaría. El placer obtenido valía la pena incluso aceptando el riesgo de ser descubiertos.

Leche condensada densa, muy dulce, con toda la grasa y que aquí en Valencia servía, entre muchas otras cosas,  para preparar el riquísimo “bombón”, un café servido en un vasito pequeño de cristal con un dedo generoso de leche condensada en la base.

Tengo que reconocer, pero sin avergonzarme por ello, que yo soy una de vosotros desde que me acuerdo, porque en casa, tal vez por pasarse de golosos, nuestros desayunos eran una gran taza en la que nos ponían una buena ración de leche condensada, después trozos de pan duro y por encima malta caliente. En invierno en aquellos lares hacía mucho frío y se agradecía. Con esos inicios, ¿cómo os creéis que sienta que te prohíban el azúcar, las grasas, los hidratos en exceso? pues fatal, qué os voy a contar si mi blog es muestra de dietas estrictas. Así y todo, como mi amor desmesurado por la leche condensada no ha cambiado, intenté experimentar y conseguí preparar una Leche condensada desnatada y sin azúcar, utilizando la TMX que intentaré mejorar.

Como tenía que pensar una receta para En buena onda, proyecto que comparto junto a mi amiga Elisa, Que no te falte un perejil, quise probar a ver si conseguía un buen resultado en el microondas. El experimento ha funcionado a la primera probando con cantidades diferentes a las de la otra receta y tardando mucho menos tiempo, sin ensuciar nada. 

Queda más espesa, se mantiene densa y está deliciosa. Es muy importante comprobar que la leche en polvo no tenga grumos. En la TMX se deshacen durante la preparación. Para evitarlo, porque no es agradable encontrarlos, bastará con triturar previamente la leche en polvo o hacerlo cuando la tengamos preparada y aún caliente. De esta forma, nos aseguramos que no queda ni uno. ya que no sólo son molestos, sino que al deshacerse en la boca, siguen siendo leche en polvo seca. Queremos una leche densa, cremosa y de textura fina. 

Utilizar una leche en polvo de calidad marca la diferencia. Si además, pasa la prueba de no disolverse al verter el café caliente por encima en el “bombón”, un punto más a su favor. Mirad el "bombón" de la foto, seguía igual al cabo de las horas. ¡Ánimo golosones y goloonas! ¡Probadla!

Mi amiga y compañera Elisa ha cocinado unos Calabacines rellenos. Seguro que están para chuparse los dedos. Me voy corriendo a visitarla. Es temporada de calabacines, seguro que nos da ideas.

Os esperamos cada mes en En buena onda y como siempre, os agradecemos vuestras recetas y visitas. Siempre aprendeos unos de otros y nos encanta. Que terminéis de pasar un buen mes de julio. Utilizad más el microondas que en verano, es un gran compañero en la cocina.

Deseo que esta leche condensada os sirva, os guste y podáis pecar sin tanta culpa.



Pinchad en el siguiente enlace que os dirige a los recopilatorios de cada mes para que podáis acceder fácilmente a todas las recetas presentadas en En buena onda desde su inicio. Y si queréis saber en qué consiste el proyecto, pinchad aquí o en el logo. Os invito a participar.




Ingredientes para 1 bote de unos 250 g y un poco más

- 245 g de agua mineral
- 200 g de  azúcar de abedul  o azúcar
- 240 g de leche en polvo (desnatada)

* un bol grande apto para microondas (el mío de cristal)

Preparación en microondas

- Poner en un bol apto para microondas el agua y el  azúcar de abedul o azúcar. Programar 2 minutos a 750 W. Se tiene que haber disuelto. Remover.

- Añadir la leche en polvo y mezclar bien con unas varillas manuales. Poner el bol de nuevo en el microondas y volver a programar 2 minutos a 750 W. Volver a remover bien con las varillas. Si quedan grumos de la leche, es mejor utilizar una batidora eléctrica.

- Verter la leche condensada en un recipiente con tapa y dejar que se enfríe. Cuando esté fría, introducirlo en la nevera. Con el frío espesa.




Notas:

- Siempre compro una buena leche en polvo. No es barata, pero la venden en paquetes grandes y dura bastante.

- La leche condensada se conserva perfectamente y bastante tiempo en la nevera, pero si la preparamos tan rápido, no es necesario hacer mucha cantidad.

- Seguro que si en vez de utilizar edulcorante, la hacemos con azúcar o con leche entera, el resultado cambiará y espesará mucho más. Os recuerdo que cualquier edulcorante consumido en exceso, puede provocar diarreas y gases.

- El dulzor, depende del paladar de cada uno. Está dulce, pero no en exceso. También muy densa y se puede aligerar añadiendo un poco más de agua.

Bon profit!

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Comentarios

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  1. Pues he de decirte que yo no fui una de esas niñas, en casa no gustaba mucho la leche condensada y mi madre la compraba poquísimo, sólo si hacía algún postre que la llevara y casi ni eso, porque opinaba que sólo le sabía a leche condensada; por eso mismo nunca entendí (y sigo sin entender) lo de comerla directamente del tubo, como lo de comer la nata directamente del bote de spray, me imagino cualquiera de las dos situaciones y me da hasta repelús. Al hacerme mayor no aumentó mi amor por la leche condensada y apenas la uso.
    Tengo en el blog una receta de leche condensada hecha en el MC+ y ya me parecía sencilla pero esta tuya es el no va más en rapidez y sencillez. Cuando terminé de leer la receta lo primero que dije "¿y ya está?". Por eso mismo me encanta.
    Qué razón tienes con lo de las bacterias y con lo del atracón furtivo, jajaja... Me he reído mucho con tu entrada, gracias por el buen rato.
    Un beso.

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  2. Hola, aquí vengo a ver esta delicia de leche condensada. Madre mía Marisa, qué maravilla. Jamás se me hubiera ocurrido prepararla en microondas. Me viene genial la receta, además sin azúcar. Claro que me acuerdo de esas latitas , me las abría mi padre y no podía resistirme a ellas. la receta me ha encantado y más todos esos recuerdos tan bonitos que todos tenemos en mente.
    Mil gracias amiga, por la receta y por hacerme disfrutar. Un beso enorme.

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  3. Ay esas latas de antaño, sin "abrefácil" que gratos recuerdos, aunque reconozco que muchas latas actuales de fácil nada, son más peligrosas y algún corte te llevas.
    Actualmente soy menos golosa que de pequeña, pero la leche condensada he elaborado la clásico, es una buena opción probar esta con azúcar de abedul y con menos grasa. Seguro que este caprichín te lo puedes dar aunque sea de vez en cuando.
    Besos.

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  4. Ni siquiera me alcanza la memoria a la última vez que tomé leche condensada, también he probado el bombón. En ese tiempo no había sobrepeso, ni problemas de azúcar o colesterol, tampoco nos lo miraban, la verdad, ni siquiera íbamos al médico, por lo menos no tanto como yo he llevado a mis hijos al pediatra. Con tu receta nos has dado una buena solución para que volvamos a revivir la dulzura y atrevimiento de meter el dedo en la leche condensada y disfrutar con ello. Muy rica tu receta.
    Bss

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  5. Guau! Que buena solucion para la dieta y para hacer postres sin azucar, especialmente para hacer el pastel 3 leches que tanto le gusta a mi familia, pero que hago solo en ocasiones especiales por lo mismo, por el temor de usar demasiada azucar. Perfecta para una super golosa como soy, que tal como dices, metia el dedo en la lata de la leche despues de que mi hermana y yo nos peleabamos por ver a quien le tocaba la tapa y a quien la lata, jajaja.
    Besos

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  6. ¡¡Hola Marisa!! Creo que casi todos hemos recogido con el dedo esa leche condensada que quedaba chorreando por la lata una vez que la vertíamos. Yo soy muy, muy golosa, pero no soy de meter la cuchara en la leche condensada, me gusta, pero más mezclada con algo. Tampoco me gusta el café, pero si me lo tengo que tomar, eso sí, sólo unos granitos de café soluble descafeinado, es con leche condensada, es de la única manera que me bebo el café. Siempre tengo en casa, y menos mal que tiene mucha fecha de caducidad, pues no suelo usarla apenas. Llevo tiempo que la compro desnatada, pero con azúcar, claro, pero si vendieran la tuya, la compraría, pues es mucho más saludable, aunque, hacerla como nos lo explicas, me ha resultado facilísima, es un plis está hecha. Quede más o menos condensada, el sabor tiene que ser el mismo y seguro que riquísima, ideal para acompañar nuestro bombón o para hacer postres algo más saludables. Me ha encantado la idea. Besitos.

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  7. Hola Marisa! Mira qué bien queda la leche condensada en el microondas, muy rápida además, excelente opción tanto por el uso del microondas como porque es sin azúcar. Te cuento mi delirio con la leche condensada es comerla con galletas María, troceadas las galletas y la leche por encima, jaja. Hoy en día cuando uso leche condensada dejo lo que queda en la lata para mi, la dejo limpiecita jaja. Besos, cuídate mucho!

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  8. Holaaaa...ohhh cómo me has transportado a mi infancia!!! mi madre abría dos boquetes a la lata, más de una vez descubrí a mi padre con la boca abierta "pecando" jaja, yo usaba siempre una cuchara de las grandes y la llenaba tres o cuatro veces... qué tiempos!!! y esos desayunos que describes ...los míos también eran así...yo le llamaba café migado, tengo hasta una foto con tazón enorme saboreandolo.
    Bueno a lo que iba, entro en tu blog buscando una receta para hacer mousse de limón light porque la que hago se hace con leche condensada y ya que por fin tengo el azúcar de abedul, quería quitarme esas calorias de más..y qué me encuentro???? Una receta de leche condensada!!!! Mil gracias, sólo me falta comprarla leche en polvo y ...al lío!!!!
    Besos


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  9. Yo si me acuerdo de esas latas y los coscorrones que me daba mi madre cuando me pillaba metiendonel dedo..jiji,luego ya pasamos al tubo😋 una rica receta y tan rápida de hacer que no hay excusa para no probarla 😉besinos preciosa

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  10. Nunca he sido muy fan de la leche condensada, pero me parece genial tener una receta sana a mano porque muchos postres la llevan, me va a venir estupendamente para probar alguno, gracias Marisa.
    Besos

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  11. Hola, Marisa:

    ¡Qué recuerdos al leer tu receta. Claro que me acuerdo de las latas. En casa les hacían dos agujeros y yo, a escondidas, cogía un poquito chupando de la lata. Sí, chupando a ver si salía un chorro generoso. ¡Ja, ja, ja! El café bombón aquí, en Canarias, se servía como barraquito con un chorrito de leche condensada y el café, además de un poquitín de licor y una corteza de limón. Este era el barraquito generoso, existían otras versiones más simples.
    Esta receta tuya de leche condensada me ha encantado. Tengo en pendientes la sin lactosa y al ver tu post me he acordado. Una receta estupenda.
    Besitos y feliz fin de semana, guapísima.

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  12. A mi hermano le encanta, pero no la come desde que le sacaron el azúcar... Así que le guardaré tu receta para que se la haga en casa!! Se ve estupenda!! Bs.

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  13. Yo no soy muy de dulces, ya lo sabes, pero en casa sí he visto cómo metían el dedo en la lata, sin preocuparles los bordes dentados, jjj. Una receta para tener en cuenta y hacerla más saludable. Tengo que probar el azúcar de abedul, seguramente será más sano. Besitos preciosa!

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  14. Cuántos recuerdos en aquel bote sin abrefácil que mi madre compraba cuando venían invitados para preparar café bombón de postre. En mi casa no se tomaba nunca café así que eran días de fiesta aquellos donde además de dicho café podía terminarme a cucharadas el bote el día siguiente ;O)
    Y mira que soy poco de dulce muy dulce (fruta, dulces pero no empalagosos) pero la leche condensada... Nunca hubiera pensado en prepararla casera y todavía menos en micro pero me la guardo bien apuntada para después de vacaciones.
    Aprovecho para desearte un feliz verano, ya toca despedirme para disfrutar de las vacaciones.
    Nos leemos en Setiembre!
    Besos,
    Palmira

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  15. Hola Marisa, y tanto que es un vicio, yo soy la pillo todavía me resisto a no coger... Es algo que siempre apetece, que bien prepararla en casa, queda estupendo, y además bien fácil de hacer. Feliz semana, besos.

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Sé bienvenido a mi cocina. Me alegra compartir contigo mis recetas y deseo que te gusten.
Espero que no tardes en volver.
Saludos. Marisa


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