Su camisa es de tela
corriente
pero cuando se acerca
es como una llama
que se abraza a mi cuello
Porque me olvido de todo.
No sé si grito de amor
o es el trance
de la quemadura
que mi sangre mantiene
como una flor de llama
Y no conozco su nombre.
Ni recuerdo su cara.
Pero pasa a mi lado
y yo vuelvo a morir.
MARÍA CALCAÑO
(Maracaibo 1906 - Caracas, Venezuela 1956)
- 6 huevos ecológicos M
- 120 g de azúcar de abedul o de azúcar moscabado o de panela
(Maracaibo 1906 - Caracas, Venezuela 1956)
Para terminar la semana, sigo con la segunda receta para dar las gracias a otras de las amigas que forman parte del jurado de mi Concurso Thermofan. Celebramos 10 años juntos, por mi décimo aniversario, mi querida amiga Angélica, Bizcochos y Sancochos. Ella en Navidad nos invita a su ya famoso Parrandón Navideño en el que estamos muchas amigas cada año y disfrutamos mucho. No os perdáis el delicioso Arroz con acelgas valenciano que presentó Angélica en el concurso. Mil gracias, amiga.
Tal y como os dije en la anterior entrada, al haberse presentado tantas recetas, ellas que viven más allá del Atlántico, no pueden recibir ningún lote de regalo y además, al tener que elegir a los ganadores entre tantos, su trabajo es más complicado y totalmente desinteresado. En ello están y antes de que nos confirmen su decisión, me he dado prisa en prepararles el único regalo posible por mi parte. Una receta de su país de origen que no tengan ellas en su blog, como sorpresa y con una poesía de una poeta de su tierra. He elegido a María Calcaño, me ha asombrado por el marcado erotismo de sus poemas, algo considerado subversivo en su época.
Después de buscar mucho sobre gastronomía venezolana, encontrar alguna receta que no estuviera en el blog de Angélica, también era complicado. Sólo tenía claro que, aunque vive en Puerto Rico y también tiene recetas puertorriqueñas, la que tenía que encontrar, tenía que ser de su país, Venezuela. En su recetario incluye platos principales, dulces criollos, bebidas, comida criolla y tradicional.
No hay ningún venezolano que no conozca las Panelas de San Joaquín. Son típicas de los estados Aragua y Carabobo. En Carabobo se encuentra la ciudad de Valencia. Nada mejor que una receta venezolana del estado donde está la ciudad con el mismo nombre que la tierra de la que yo soy.
Al igual que con la Jericalla mexicana de Diana, de casualidad, descubro otro vínculo de unión entre los dos países a través de una receta con historia. Me encanta.
Mis panelas no son oscuras porque llevan azúcar de abedul, tampoco quedan tan gruesas por eso. Saben a anís, como a mí me gusta. Incluso podría añadirle un poco más para que la casa siga oliendo tan bien, como si fuera Navidad. He encontrado bastantes vídeos y recetas, como suele pasar, no todas son iguales y he adaptado con muy pocos cambios. En alguna, se utilizaba un molde de bizcocho y salían unas panelas con la forma de una rebanada de pan gruesa. En otras, como la que yo he hecho, se utiliza una bandeja grande y se cortan a lo largo y después, por la mitad. Las tuve dentro del horno tras terminar la hora de horneado. Aquí hay mucha humedad y creo que fue buena idea, porque después de varios días, la única que queda sigue durita. Para mí son como los bizcochos de soletilla con sabor a anís, pero duros e ideales para mojar y mojar.
Angélica, espero que te guste la sorpresa, la poesía y la receta. Indícame cualquier cosa que tenga que corregir. Yo la repetiré muchas más veces porque me han encantado y para mejorar el resultado y las fotos porque tuve que desechar muchas ese día.
¿Qué habré elegido para Nati? En breve lo sabréis.
Origen de las Panelas de San Joaquín
Este bizcocho que fue declarado patrimonio cultural del estado Carabobo y especialmente de San Joaquín, acompaña la vida de sus habitantes desde el año 1865.
De origen vasco, el dulce fue traído a Venezuela por las familias que se establecieron en la región desde 1795 y después, se fueron adaptando los ingredientes a los de la zona. Su creadora fue Silvina Igusquiza de Nieto, quien lo elaboraba en su casa, cedió la receta a Juana Elizalde de Uriarte. Ambas preparaban bizcochos para alimentar a su familia. Se unieron para venderlas por las orillas del ferrocarril a los viajeros.
Juana Elizalde de Uriarte estableció una panadería, comenzó a producirlo para la venta y lo bautizó como Panelas de San Joaquín. A partir de entonces, la receta pasó de generación en generación y también a manos de otras familias que se dedicaron a comercializarla.
Las siguientes generaciones, cambiaron su forma de venderla, las envolvieron en papel blanco y las bautizaron como ‘panelas de San Joaquín’.
Se han convertido en patrimonio de un pueblo, con su tradicional sabor, forma de empaquetado y hasta el estilo de ser ofrecido por el vendedor ambulante de carretera que gira a un ritmo particular la bolsa de producto para llamar la atención. (Wikipedia).
Ingredientes
- 120 g de azúcar de abedul o de azúcar moscabado o de panela
- 2 cucharadas de anís (seco)
- 120 g de maicena
- 60 g de harina de trigo para repostería
- 1 cucharadita de levadura química tipo Royal
- 120 g de maicena
- 60 g de harina de trigo para repostería
- 1 cucharadita de levadura química tipo Royal
* una bandeja para hornear ( 26 cm x 39 cm) y una hoja de papel sulfurizado
Antes de empezar…
- Sacar los huevos con antelación de la nevera.
- Pesar la harina, la maicena y la levadura química. Tamizarlos juntos. Reservar.
- Colocar el papel sobre la bandeja humedecida con agua para que no se mueva.
- Precalentar el horno a 180º.
Preparación en TMX
- Colocar la mariposa en las cuchillas. Poner en el vaso los huevos y el azúcar de abedul o azúcar moscabado o panela. Programar, 3 minutos, 37°, velocidad 4. Después, añadir el anís y batir 1 minuto, velocidad 4.
- Añadir la mezcla seca. Programar, 5 segundos, velocidad 3 y 1/2 . Retirar la mariposa y terminar de mezclar con la espátula. Verter en la bandeja preparada y dar unos golpes sobre la encimera para evitar que se formen burbujas de aire.
Preparación tradicional
- Batir los huevos con el azúcar hasta que se forme una una mezcla densa y de color claro.
- Agregar el anís.
- Incorporar la mezcla seca y unir todo con movimientos envolventes.
- Verter la mezcla sobre la bandeja de hornear y dar unos golpes sobre la encimera para evitar que se formen burbujas de aire.
Horneado
- Introducir la bandeja en el horno precalentado a 180º. Lo tuve 20 minutos con aire. Tiene que quedar dorado.
- Pasar el bizcocho a otra bandeja. Yo lo volqué dejando el papel por arriba. Despegarlo y dejar el papel encima del bizcocho. Se enfría rápido, al menos el mío, porque no quedó grueso.
- Cortar rebanadas a lo ancho de 2 centímetros de ancho y luego por la mitad a lo largo de la plancha de bizcocho.
- Dejar enfriar el horno hasta que alcance los 100° C / 212° F, para volver a colocar las panelitas.
- Colocar las panelitas nuevamente en la bandeja con la miga hacia arriba separadas. • Déjalas secar y tostar en el horno a 100º durante 60 minutos aproximadamente.
- Al enfriar completamente, se colocan en recipientes herméticos, envueltas en papel parafinado para conservarlas crujientes y secas.
Notas:
- En muchas recetas utilizan almidón de yuca en lugar de la maicena. Imagino que es la receta tradicional venezolana, pero la de la sra española, no llevaría maicena, tal vez, harina de maíz.
- En otras recetas, separan claras de yemas y agregan el merengue a la mezcla con movimientos envolventes.
- Yo he reducido la cantidad de azúcar de abedul 30 g. Lo normal es utilizar papelón, panela o azúcar moscobado.
- También he visto recetas en las que sustituyen el anís por vainilla o licor de naranja.
Bon profit!
Fuentes principales de información aquí y en este vídeo.
Estas haciendo un trabajo enorme entre el aniversario y las recetas de las amigas de más allá del Atlántico, como tú las llamas de forma poética, de hecho comienzas cada entrada con un poema encantador que nos acerca a la lírica de esos paises. Más de una receta conozco que ha sido transportada desde España hasta algún país sudamericano, ya que en un tiempo fue receptor de compatriotas. Pero estas panelas no las conocía, me suenan más por parecerse en nombre al azúcar que por dulces. Cuentan una historia muy bonita, dura en aquellos tiempos, ahora con tradición viajera. Habrás hecho mil fotos, pero las que has elegido te han quedado estupendas, tienen sobriedad y buen aspecto, al igual que la crónica que relatan.
ResponderEliminarUn beso.
Me gusta descubrir estas cosas y puentes entre geografía y gastronomía, otro bonito homenaje. Me da que con panela el sabor de estos bocados tiene que ser intenso y muy aromático, otra idea para mi lista larga de pendientes.
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana,
Palmira
Hola Marisa!. Esta siendo todo un éxito tu aniversario pero.....te lo has currado mucho, me alegro un montón. Otra delicia la que nos traes hoy, Angélica estará muy feliz por ello. Los dulces con anís me pueden.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡¡Hola Marisa!! Qué bonita presentación le has dado a estas panelas de San Joaquín, metidos en esa cajita tan mona. Bueno, yo soy mucho de cajas, sobre todo metálicas, me llaman mucho la atención. Creo que a Angélica le va a encantar tu receta, pues es verdad que hace siempre muchas recetas típicas de su país natal, es una gran amante de las recetas de su infancia.
ResponderEliminarSupongo que la panela le dará un color más oscuro y un sabor más acaramelado, pero el resultado será parecido. Estas panelas, al fin y al cabo, están hechas a la española, ja, ja.
Una receta y un post hecho con mucho cariño y eso se nota desde la primera palabra hasta la última que has escrito. Besitos.
Marisa, me siento inmensamente feliz con tu regalo, como te comenté con la receta de Diana, esto me parece un detalle muy tú. Me quedé pensando qué receta escogerías y nunca se me ocurrió esta.
ResponderEliminarLas panelitas te han quedado preciosas y con la textura perfecta como las recuerdo. Nunca las he hecho aunque tengo par de recetas, pero sí las he probado, una vez compramos en un viaje por Puerto Cabello y tal como comentas, los vendedores dan vueltas a los paquetes de una forma muy particular, jaja.
Son muy ricas, fuera de Carabobo es difícil encontrarlas, ahora que veo tu receta me provoca prepararlas para comer con café ;)
El poema precioso, alguna vez leí algo sobre este poetisa, estas son las voces de la Venezuela que ya no existe...
La influencia española en Venezuela es innegable, con nombres de ciudades, algunas costumbres y muchas recetas que se adaptaron a ingredientes locales.
Mil gracias por todo esto, por la amistad y el cariño que se es mutuo. Gracias por las palabras, el detalle y tu presencia.
Mil besos, me voy con mi cajita de panelitas!!!
Hola Marisa, siempre son interesantes las historias que investigan los orígenes de las recetas, sobre todo cuando son tan antiguas, es innegable que nos unen muchas cosas con sudamérica, y una de ellas por supuesto es la gastronomía, me parece que es como ya te dije, un precioso detalle por tu parte y que las amigas del otro lado tienen que estar muy contentas.
ResponderEliminarUn beso para todas.
Una poesía hermosa ❤estas panelitas me parecen una delicia que tengo que probar y darle una sorpresa a una amiga venezolana que seguro le van a encantar. Un trabajo muy emotivo el que estás haciendo Marisa 😍besinos corazón
ResponderEliminarMarisa, realmente el jurado lo tiene difícil, he visto las distintas recetas por los blogs que visito habitualmente y hay un nivel excelente. Es muy bonito este homenaje que le haces tú con esta receta de su país, nunca he probado las panelas, pero ya me gustaría, ese toquecillo de anís las harán tremendamente ricas
ResponderEliminarAbrazos y buen fin de semana
Realmente deliciosas estas panelas para Angélica, impresiona el trabajo que dedicas primero a investigar y después a la realización, desde luego que nuestras amigas lo merecen pues su decisión no es fácil. Si ya dejaste el listón alto con las Jericallasara Diana, con estas Panelas lo superas. Ahora estoy deseando ver lo próximo para Natalia.
ResponderEliminarUn besito y feliz finde.
No conocía estos bizcochitos, y la verdad es que deben estar deliciosos!! Seguro que son un no parar de comerlos!! Seguroq ue Angélica está la mar de feliz con tu regalo. Bs.
ResponderEliminarMarisa , que originales y seguro que riquisimos , para tomar con un buen cafetin
ResponderEliminarbesinos
Preciosa esta entrada que dedicas a Angélica, otra amiga bloguera que lo da todo cuando se pone a cocinar.
ResponderEliminarSeguro que se habrá llevado una gran sorpresa.
Ha sido un gran detalle por tu parte el encontrar estas Panelas de San Joaquín y elaborarlas para ella con tanto cariño, tienen que estar buenísimas.
Os dejo cariños para las dos en un fuerte abrazo.
Kasioles
Buenas tardes Marisa como estás? Marisa me gustaría hacer las pamelas pero solamente con las claras cómo me sugieres que haga? Gracias y un saludo
ResponderEliminarHola M Carmen. Yo sólo he hecho esta receta. En otras, añaden las claras a punto de nieve, pero con las yemas a parte. Prueba sólo añadiendo merengue a ver qué tal te quedan. Ya me dirás.
EliminarGracias y saludos.
Hola Marisa. Otra receta que tampoco conocía, como tampoco, evidentemente su historia. Estás teniendo unos detalles muy bonitos con las blogueras de ultramar, tienen que estar muy contentas.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la receta y si dices que son como bizcochos de soletilla duros, ya me estoy comiendo dos o tres, aunque sepan a anís, me "sacrificaré".
Cuídate. Un beso.
Pero que ricas se ven esas panelas, una receta mas que desconocia, me gusta la forma que tiene en barritas, y con ese aroma a anis me puedo imaginar muy bien el dulce aroma en tu cocina. Seguro que Angelica esta muy contenta con la receta, de verdad que has hecho un gran trabajo. Ha sido un detalle de lo mas hermoso, esto que has hecho por Angelica, Nati y por mi porque no solo esta el cocinar la receta, escogerla, experimentarla, investigarla, encontrar los vinculos que has encontrado y ademas las poesias, todo ese trabajo que hay detras y lo has expresado muy bellamente. Muchas gracias con todo el corazon.
ResponderEliminarBesos
Hola Marisa!
ResponderEliminarNo solo has aprendido tu con todas estas recetas de agradecimiento sino también nosotras, o por lo menos yo.
Otra delicia más del otro lado del charco que has disfrutado haciéndola y degustándola.
Besos
Hola, qué delicia Marisa. Estoy disfrutando mucho pues además de haberlo pasado bien en tu cumple, estoy aprendiendo y conociendo recetas de otros lugares desconocidas para mí. Un beso muy grande!!
ResponderEliminarPor fin llego a leer esta entrada tan bonita, todas tan especiales!!!
ResponderEliminaruna receta que como bien dices debe ser muy similar a las soletillas y cargadas de anís pues la cosa es de otro mundo, que delicia, al llevar maicena imagino que tienen que ser un bocado que se derrite en boca al instante, que delicia!.
Me las apunto para realizarlas con panela, creo que deben darle un color y sabor bien especial. Revisando tanto anís como panela (papelón), me han recordado unos entrañables que tengo de Melba y que son los Golfeados, morir de amorrr, porque llevan queso también.
Sin duda Venezuela tiene una gran influencia repostera, siempre me quedo alucinada con tantas delicias, tantas y tantas por realizar de ese bello país hermano.
Ha sido un regalo especial, una poesía preciosa, la pasión esta allí presente en cada mujer que con el don de la palabra expresa estos sentires y nos hace emocionar y seguir también sintiendo.
Mil besos y gracias por todos estos regalos
todos tan especiales, todos los guardo en el corazón.
picos, apapachos y guirnaldas de colores...
un abrazo bonita ;)
Muy interesante muchas gracias. Habia escuchado de las panelas, ya sabe, buscando recetas de comida venezolana y asi, pero jamas en la vida he probado una, asi que espero que se me haga un dia de estos ir a venezuela.
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