Tiramisú de tomate y albahaca

Abrí la nevera. Vi los deliciosos tomates que compré el domingo en el mercado. Rojos, carnosos y ya con buen sabor. Oí como un gritito:

- ¡Mira, mira qué frescos!

- ¡Caramba!. ¿Qué está ocurriendo?- me dije.

Después vi que había un par de tarrinas de queso que luchaban entre ellas para conseguir no perder puntos en el podio de la frescura. Se miraban una a otra recelosas para ver en qué tapa se leía la fecha de caducidad más cercana.

Cerré la puerta del frigo y me olvidé, o al menos lo intenté porque a los pocos minutos, percibí de nuevo otros gritos similares a los anteriores, pero éstos con más fuerza. No todos venían de dentro de la nevera. No entendía nada. Era por la noche y tener que ponerme a averiguar de dónde provenía cada uno de ellos, me abrumaba, la verdad, no me apetecía nada de nada. Además, si en mi introducción al 6º Reto BBSS sólo hablaba de frescos sobre gruesos cristales… ¿por qué oía gritos que no procedían de dentro del frigorífico?. Veía que había cometido un fallo grave de redacción, pero no era cuestión de rasgarse las vestiduras a esas horas. Tenía muchos motivos para no hacerlo. 

Me urgía publicar una primera receta para el Reto porque entre unas cosas y otras, ya estaba publicitado y yo no tenía ni una en borradores. Eso era impensable en mí, pero así andaba al día siguiente de la publicación del Reto.

Empecé a dar vueltas y no muy lejos de la nevera me encontré a uno de ellos, no, mejor dicho a dos. Allí estaba mi estupendo aceite de oliva y no muy lejos de él, una botella de vinagre balsámico. Conforme iba acercándome, más claro se oían. Sabían perfectamente que en casa, no faltan y que no me iba a olvidar de ellos, pero por si acaso, allí estaban enviando señales sin parar. ¡Ah! y bien pegadita, la sal.

Seguía oyendo mucho más lejos un gritito diferente. Salí de la cocina y di vueltas sin parar por toda la casa. Encendía y apagaba luces, abría y cerraba cajones. No podía estar en los dormitorios, pero sí en el comedor. Me paré delante del frutero, pero nada de nada. Entré, ya decepcionada, en el estudio y allí encima de una cómoda estaba mi planta de albahaca. Una superviviente porque allí la tengo varios meses regalándome hojas, sabores y olores sin marchitarse o pasar a mejor vida como las anteriores.

Se hizo el silencio como por arte de magia y de repente me vino a la mente una receta perfecta a la que sólo había que darle forma, pero lo más rápido posible. 

Ayer por la mañana, nada más levantarme, abrí la nevera y empecé a combinar a todos los protagonistas de esta receta que ahora vengo a regalaros. Fresca, refrescante, diferente, perfecta para BBSSear.

Soy la lianta que os invita de nuevo a cocinar para el 6º Reto BBSS, mi Reto preferido que ya ha cumplido 2 años y medio y claro, se le coge cariño a la criatura. Como en todo en la vida, no tengo en cuenta el trabajo que este Reto conlleva en cada edición, sino las satisfacciones que me aporta y la lista de amigos que gracias a él he hecho.

Gracias a tod@s. Veníos al BBSS, estáis invitados a BBSSear de nuevo. Os espero. Cocinad recetas de lo más frescas y disfrutad.

Ingredientes (2 raciones grandes)

- 125 g de mascarpone
- 180 g de queso fresco desnatado (0% mg)
- 1 huevo (55 g)
- ½ limón
- 6 hojas de albahaca fresca
- 3 tomates
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de café de vinagre balsámico
- sal
- pimienta de colores a gusto

Preparación en TMX

De la crema de quesos

- Colocar la mariposa en las cuchillas, añadir los dos tipos de quesos, el huevo y el zumo de limón. Mezclar durante 1 minuto, velocidad 3½. Abrir la tapa, bajar los restos de las paredes hacia las cuchillas y volver a batir, 1 minuto, velocidad 3½. Cuando quede una crema espesa, quitar la mariposa de las cuchillas. Añadir la pimienta y terminar de mezclarlo todo con la espátula. Dejarla reposar una hora en la nevera.

Preparación tradicional

De la crema de quesos

- Batir los huevos y el mascarpone con un batidor eléctrico. Cuando la mezcla esté homgénea, añadir el zumo de limón y el queso fresco. Seguir batiendo hasta que la crema espese. Añadir la pimienta y terminar de mezclarlo todo con la espátula. Dejarla reposar una hora en la nevera. 

Montaje 

- Pelar los tomates y quitarles las pepitas. Cortar la pulpa en dados. 

- Cortar la albahaca con unas tijeras de cocina. 

- Poner el tomate, la albahaca, el aceite y el vinagre en una ensaladera. Añadir la sal y la pimienta. Mezclar bien y reservar en la nevera como mínimo una hora. 

- En los recipientes donde vayamos a servir el tiramisú, colocar una capa de crema de quesos, una capa de tomate y albahaca aliñados, otra capa de crema de quesos y así hasta terminar con una de tomate.

- Servir muy frío.

Notas:

- Es importante que la crema de quesos esté bien salpimentada y prepararla con antelación. He añadido más queso fresco que mascarpone para reducir las grasas porque también lleva huevo.

- El tomate debe tener sabor y hay que macerarlo con tiempo para que se impregne del sabor de la albahaca y del balsámico. Si no os gusta añadirle vinagre, con el aceite y la albahaca, también estará bueno.

- Los vasos de las fotos no son muy grandes, pero así y todo, con uno, pueden comer dos ya que llena bastante.

Bon profit!