Esta receta tiene su historia y os la voy a contar. Hace poco más de tres años, mi buena amiga Ana, compañera de fatigas en la enseñanza del inglés y de la vida, me contó que su suegra iba a cumplir 100 años. Ana, quería hacerle un regalo especial. Esta señora, había dictado a la chica que vivía con ella en su casa, recetas suyas, de las de toda la vida. Ana, consiguió las recetas, me pidió que se las editara y confeccionó un precioso libro con ellas.
Dª Amparo tiene ahora 103 años, sigue viviendo en su casa y está bastante bien. Casualidades de la vida, esta señora, a la que voy a llamar Dª Amparo (porque por su clase y por sus años, bien lo merece), nació en un pueblo muy cerca del mío, La Font de la Figuera.
Yo sólo la vi una vez en casa de mi amiga, antes de su centenario cumpleaños y se me quedó grabada en la memoria su imagen y la historia que me contó. Era capaz de leer y tenía mucho interés por los titulares del periódico. Además de eso, al decirle que era de Ontinyent, me contó que su padre, que era médico, allá por los años 20, solía viajar de su pueblo al mío, con una pistola por si tenía algún atraco en el camino (unos 20 kms). ¡Me pareció tan curioso! Con la cantidad de veces que he pasado yo, muchos años después, por ese pequeño puerto que había entre los dos pueblos. Mi padre me enseñó a conducir por esa carretera llena de curvas... no veas si nos pillan.
Hacía tiempo que tenía ganas de preparar una de las recetas de Dª Amparo y he elegido ésta porque es una receta perfecta para Navidad. Lo que no he hecho ha sido espolvorear las bolitas con azúcar porque mi hijo las prefería con almendra. No están demasiado dulces, y ya veis en la foto lo bonitas que quedan y además lo fáciles de hacer que son.
Dª Amparo falleció en 2013. DEP.
Ingredientes (14 bolitas)
- 150 g almendras molidas
- 100 g azúcar
- 2 yemas (huevo tamaño pequeño)
- ½ vasito de vino de agua (50 g)
- azúcar para rebozar (en mi caso, almendra molida)
* avellanas (opcional)
Preparación en TMX
- Pesar las almendras. Si no las tenemos trituradas, las trituramos con varios golpes de turbo. Yo no las he dejado demasiado finas. Sacarlas del vaso y reservar.
- Enjuagar el vaso. Secarlo.
- Verter el agua y el azúcar en el vaso. Programar 14 minutos, 100º, velocidad 2.
- Sacar el vaso de la máquina y dejar templar 5 minutos aproximadamente.
- En un bol, colar las yemas con un colador para quitar la telilla que las recubre.
- Programar 5 minutos, varoma, velocidad 1 y añadir las yemas por el bocal. Subir la velocidad a 3, para que se mezclen las yemas con el almíbar durante los primeros segundos y volverla a bajar a velocidad 1.
- Ir añadiendo las almendras molidas por el bocal poco a poco y con cuidado para que no se salgan fuera.
- Sacar la masa del vaso y dejar enfriar totalmente. Meterlas un rato en el congelador, es una buena idea.
- Formar bolitas, pasarlas por azúcar o por almendra molida y poner una avellana encima o nada.
- Poner el agua y el azúcar al fuego, cuando esté el azúcar disuelto sacar el recipiente del fuego y añadir las yemas y las almendras molidas.
- Poner de nuevo al fuego durante 10 minutos sin dejar de remover.
- Dejar enfriar.
- Formar bolitas, pasarlas por azúcar (o por almendra molida) y poner una avellana encima o nada.
Bon profit!
Madre del amor hermoso!! que bocado estaran devicio¡¡y con ese colorcito no se las que me comeria¡¡Marisa esto es una golosada de las que me rechiflan..Besos
ResponderEliminarSi tienes oportunidad muéstrale a Dª Amparo esta entrada tan bonita que le has dedicado porque se sentirá muy orgullosa, y dale las gracias de mi parte por no dejar desaparecer sus recetas.
ResponderEliminarHOla Marisa
ResponderEliminarque historia tan bonita y que fuerza y salud tienen estas señoras.Yo tenía una tía abuela que falleció este verano con 98, y ha estado toda su vida sana y despierta.
Las bolitas son muy monas y tienen que estar de vicio.
un abrazo
Silvia
me han encantado las bolitas de almendra pero mucho más la historia que hay detras de ellas, que gusto me da que Dª Amparo a sus 103 años este bien, es todo un lujo y seguro que disfrutara mucho viendo esta entrada, un besito a las dos!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta historia Marisa, seguro que a Dª Amparo le encantaría leerlo. Una receta riquísima y muy navideña!! Mucha suerte en el desafió. Besitos.
ResponderEliminarMarisa la receta me parece estupenda, pero con la historia me he emocionado. Me ha parecido una entrada muy bonita, un homenaje a una gran vida Dª Amparo ojala su familia pueda seguir disfrutando de usted y sobretodo gracias por ese legado de recetas. Y gracias a ti Marisa por se así de humana...
ResponderEliminarBesinos
Una historia de lo más entrañable, seguro que Doña Amparo se sentirá muy orgullosa de ver que has publicado una de sus recetas.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas y felices fiestas.
Querida Marisa: hoy me quedo, sin dudarlo, con la historia y la receta. Es increible las sorpresas que nos da la vida con tantos puntos en contacto casi sin saberlo.
ResponderEliminarCariños !
Esto es un dulce pecado exquisito, gracias a Doña Amparo, por dar a conocer sus recetas, besos
ResponderEliminarCreo que Dª Amparo está adoptada en el mundo blogueril, junto con Tía Alía, genial receta y qué mujeres nos dió esta generación!!! gracias por contárnosla!!
ResponderEliminarMarisa que historia más entrañable, al fin y al cabo son estas historias las que van llenando nuestras vidas de experiencias que enriquecen nuestro curriculum a lo largo de los años. Los recetarios como el del Dª Amparo son geniales y seguro que esta centenaria mujer tiene recetas de lo más curiosas, espero que poco a poco vayas enriqueciendo los nuestros con alguna que otra receta de ella.Bss
ResponderEliminarUna entrada emotiva, llena de humanidad, cariño y respeto. Me ha gustado mucho el relato Marisa, es admirable la gente que a pesar de la edad sigue teniendi inquietudes y curiosidad por las cosas. Estoy seguro que sus bolitas de almendra le encantará. Un besito.
ResponderEliminarUna delicia!! Facilitas pero maravillosas, así que me llevo la receta, aunque por lo que estoy viendo me voy a llevar más de una porque el blog es una delicia!! Un beso y Feliz Navidad!!
ResponderEliminarque bonitas y seguro que ricas que quedan! me encantaron!
ResponderEliminarQue historia tan entrañable y 103 años!! increíble, gracias por compartirla.
ResponderEliminarLas bolitas se ven deliciosas y tan fáciles que ya no me he podido resistir.
Te deseo muy felices fiestas en compañía de los que más quieres y una estupendo próximo año en el que espero nos sigamos viendo entre fogones.
un besazo enorme
unas bolitas deliciosas! me las apunto que para estos dias vienen fenomenal....ya hablamos que estas semanas voy de craneo, en el trabajo y en casa...un abrazo fuerte Marisa!
ResponderEliminarMaravillosa receta, y maravillosa historia, me encanta escuchar las historias de las personas mayores, besitos de La dulce Ali
ResponderEliminarMarisa ,que buena pinta y que historia mas guapa ,me encanto ,Suerte en el concurso
ResponderEliminarbesinos guapa
Que historia más bonita Marisa y que tiempos aquellos eso si que era dificultades.Ahora tenemos de todo nos quejamos por todo y tenemos todo a mano.
ResponderEliminarUna receta increible y suerte en el concurso!!!;)
Un beso
Hola Marisa! Que delicia y que bonita receta con historia incluida...que bien contada y que entrañable! tienen que ser un bocado único, como única tiene que ser Doña Amparo un cordial abrazo para ella (por sí lee esta entrada) y madre mía cuanto confiaba tu padre en ti, conduciendo por una carretera llena de curvas...
ResponderEliminarEl resultado y presentación de 10.
Salu2 preciosa.
Cocinandovoyrecetandovengo.
Marisa me encanta la historia es muy entrañable. Las bolitas son magnificas, y mucha suerte en el concurso.Ya te daré yo a ti decir que no eras capaz del panettone... tu que haces cosas increíbles.
ResponderEliminarPasate tu y tu familia unas muy felices fiestas...............un bico
Hola Marisa, como sigues.Me parece una historia muy bonita tanto como tu receta.Suerte en el concurso y desearte unas felices fiestas en compañía de tu hijo.Besos
ResponderEliminarpreciosa historia escondida detrás de esta divina receta, eres admirable, tan atenta con los demás. un abrazo muy fuerte para esa señora "doña Amparo", que seguro le enseñan o leen esta entrada dedicada a ella especialmente, ojala y viviera muchos años mas para compartir otras tantas recetas mas. besitos, ya hablamos.
ResponderEliminarHola Marisa, una entrada preciosa, la historia muy bonita y las bolitas tienen que estar tan buenas que seguro que ya no queda ni una.
ResponderEliminarBesitos. ¡¡ Feliz Navidad !!
Gracias por tus palabras, he echado el resto para que fuese un buen regalo y ahí está .... esperando una nueva cocina porque de momento está junto al mio haciendose compañia, jajaja.
ResponderEliminarCuidate mucho, besitos
Gracias a todos por vuestros comentarios. He hablado con mi amiga para decirle que había publicado la receta y le he preguntado si D Amparo será consciente de ello si se lo cuentan pero me ha dicho que no. Bueno, al menos, lo hemos intentado. 103 años no son pocos.
ResponderEliminarMe alegra de que os hayan gustado las bolitas. En casa, sólo quedan 3.
Un beso
Quina recepta més bona Marisa, aquestes s'han de conservar per a tota la vida!.
ResponderEliminarUna coseta guapa, he estat buscant els piononos que tens publicats i no els trobo... hem pots enviar els enllaços? gràcies!.
Petons, Sandra.
Hola Marisa!!! Que ricas y fáciles de preparar. Te deseo que pases unas felices navidades con la familia y amigos, un abrazo y un bssss.
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