Con esta receta participo en el concurso del Blog ¿Cuántas horas tiene el día? con el fin de conmemorar sus 300 seguidores. El tema elegido por Ana es el desayuno.
Dándole vueltas sobre qué podía hacer, me apetecía retomar mi experiencia como maestra de inglés y por eso os presento una receta para elaborar en familia. Hace unos años con mis alumnos puse en práctica un taller de cocina en inglés. Me ha parecido una buena idea presentaros dos recetas que van directamente unidas al desayuno británico, pero un desayuno light, con el fin de que una de ellas la puedan preparar los niños (con vuestra ayuda, claro). Podrían servir, también para una merienda. Os pongo la receta en inglés también por si alguien quiere utilizarla en esa lengua con los niños.
Una receta muy fácil que se puede elaborar con los niños son los “scones”. Echando mano de Wikipedia un “scone” es un panecillo individual de forma redonda, típico de la cocina del Reino Unido y originario de Escocia. Es un alimento muy común en desayunos y meriendas tanto del Reino Unido como de Irlanda, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Está elaborado con harina de trigo, centeno o avena, mantequilla y levadura. Se suele servir templado y abierto por la mitad. Los scones caseros pueden ser redondos, triangulares o cuadrados.
He encontrado muchas recetas, y de hecho, he probado tres diferentes. La que más me ha convencido, por el resultado, y por su sencillez es de un libro que tengo de cocina para niños, “Lunch box book”. He hecho unas pequeñas modificaciones en la receta. Estos "scones" no llevan azúcar, por lo que son perfectos para comer con mermelada y mantequilla.
Ingredientes para unos 6-8 “scones” necesitaréis:
- 235 g de harina con impulsor (yo he utilizado la de mercadona para bizcocho).
- ½ cucharadita de café de sal
- 50 g de mantequilla o margarina (yo utilicé mantequilla sin sal)
- 30 g de leche (le añadí un chorrito de zumo de limón y la convertí en “buttermilk”)
- 1 huevo entero
- zumo de media naranja (opcional)
Con las manos en la masa:
- Precalentamos el horno a 200º.
- Preparamos una bandeja de horno y la forramos con papel vegetal.
- Pesamos la leche y la ponemos en una taza, le añadimos un chorrito de limón. Lo dejamos reposar diez minutos y ya tenemos “buttermilk”. He leído que mejora mucho el resultado.
- Ponemos en el vaso la harina, añadimos la mantequilla fría y cortada a trocitos, el zumo de media naranja, el huevo, la pizca de sal y el “buttermilk”.
- Programamos 20 segundos, velocidad 5.
- Comprobamos que la masa esté bien ligada, si está blanda, le añadimos un poco de harina.
- Sacamos la masa del vaso y la ponemos sobre una superficie en la que hemos espolvoreado un poco de harina.
- Aplanamos la masa con ayuda de un rodillo (sobre unos 2 cm).
- Con la ayuda del cortapastas, formamos círculos y los vamos colocando en la bandeja. Cuando se termine la pasta, volvemos a amasar, extender y cortar hasta que se termine totalmente. (Es importante que el corte quede perfecto para que la forma salga también bien)
- Pincelamos los scones con un poco de leche.
- Horneamos como mínimo 15 minutos. Es mejor ir mirando el horno y si es necesario, bajar la temperatura a 180º. Eso es lo que he hecho yo.
- Sacar los scones y dejar enfriar sobre una rejilla. Se pueden guardar en una caja metálica o incluso congelar.
Y, ¿con qué nos vamos a comer los “scones”?. Nada más y nada menos con la mermelada británica por excelencia, la “Seville orange marmalade”.
¿Sabéis que esta mermelada se creó por un error?.
Os cuento brevemente. Una señora inglesa en 1700, era la mujer de un tendero y se quedó con un montón de naranjas que había comprado baratas y que las habían traído de Sevilla en un barco. Como había tormenta, los del barco querían quitárselas de encima pronto y por eso las vendían baratas y el tendero las compró. Pero eran muy amargas, por eso decidieron hacer mermelada y de esa forma inventaron la “Seville orange marmalade”.
La receta la he adaptado a la TMX de una colección de recetas que tengo llamada “Mis dulces”. Yo siempre hago la mermelada lo menos dulce posible; para ello, pongo menos azúcar y la cuezo media hora más. Así que si os apetece más dulce, le añadís más azúcar. El proceso que he seguido es el mismo que el que me daba la receta y por eso previamente he hervido las naranjas y el limón.
Necesitaremos para la mermelada,
- 750 g de naranjas enteras y con piel
- 1 limón entero y con piel
- 2 litros de agua
- 1 pizca de sal
- el peso de la fruta cocida menos 350 g de azúcar.
- 6 cucharadas del jugo de cocción
- 1 cucharada de whisky (opcional)
Preparación tradicional y en TMX
- Hervimos los cítricos, escurrimos, cortamos y quitamos las semillas. Todo a la TMX
- Pesamos y lavamos muy bien las naranjas y el limón.
- Las ponemos en una cacerola con agua y las hervimos durante una hora.
- Una vez hervidas, las sacamos de la olla, las dejarmos enfriar y recogemos el zumo que sueltan.
- Las partimos por la mitad, y si es el caso, les quitamos las semillas.
- Cortamos las naranjas a trocitos, incluida la piel.
- Pesamos la fruta. A mí me ha pesado 1kg, por lo tanto le he añadido 650 g de azúcar.
- Añadimos la pizca de sal y si le ponemos el whisky y programamos 30 minutos, 100º, velocidad 2.
- Terminado ese tiempo, vemos el punto de cocción y si es necesario, programamos más tiempo, poniendo el cestillo encima de la tapa para que evapore. Yo he programado media hora más en la misma velocidad y a la misma temperatura.
- Cogemos una cucharadita de mermelada y la ponemos en un plato, lo inclinamos y si la mermelada no se desliza con facilidad, está lista.
- La envasamos en tarros esterilizados, los tapamos, les damos la vuelta y los colocamos sobre un paño de cocina. Dejamos enfriar.
Notas: Si se hace del modo tradicional, se cuece a fuego suave, removiendo constantemente. En la receta original, se ponen las pepitas en una gasa fina y se añaden al preparado para que tenga más pectina y se espese más fácilmente. El whisky se pone al finalizar la cocción. En este caso, si realizamos la práctica culinaria con niños, no se lo añadiremos.
Y ahora, os añado la receta para los niños en inglés.
Orange scones
You will need:
- 235 g self-raising flour
- 50 g butter
- 1/2 teaspoon salt
- 30 g milk (plus, a tea-spon of lemon juice to make “buttermilk”)
- 1 egg
- 3 tablespoons orange juice
How to make orange scones
- Switch the oven to 200º C.
- Put baking paper on a tray.
- Add the lemon juice to the mild and wait 10 minutes.
- Put the flour, the sal, the butter, the orange and the egg in the bowl 20 seconds, speed 5.
- Sprinkel some flour on a work surface.
- Flatten the dough out with your hands and with a rolling pin (2cm).
- Stamp out rounds with a biscuit cutter.
- Arrange the scones on a baking tray.
- Brush the scones with milk, using a pastry brush.
- Put the tray into the hot oven and bake for about 15 minutes.
Bon profit!
wowwwww te has lucido bien Marisa, madre dios!!!! jejejeje, yo es que estoy enfadado con el ingles, no nos llevamos bien(por desgracia), y bueno.... que te deseo toda la suerte del mundo en el concurso con esta Easy British Breakfast (Orange scones & Seville orange marmalade)(has visto que bien lo escribo?, copiando claro, jejeje)y que he apredido como se invento la mermelada amarga ( no me hagas escribirtelo en ingles, jeje)
ResponderEliminarUn besazo amiga.
Gracias Fermín, me ha parecido fácil de hacer y bueno, es otro enfoque. Ahora, he tenido que regalar scones por un tubo porque hice 3 medidas para ver qué receta me gustaba más y como llevan mantequilla... no me los iba a comer todos. Un besazo amiguete
ResponderEliminarMarisa, vaya como te lo has currado. Muchísimas gracias por tu aportación ¡me ha encantado!, que tengas mucha suerte en el consurso. Un besin
ResponderEliminarBuen desayuno, sí señora!
ResponderEliminarSuerte en el concurso que además de bueno lo has explicado muy bien.
Besos.
Fermín la respuesta a tu comentario ha salido con el nombre de mi hijo. TEnía él la cuenta abierta.
ResponderEliminarAna, gracias, me lo he pasado muy bien en todo el proceso. Es el tercero que participo, a ver si a la tercera me llevo algo, un besito
Muchas gracias Thermo, he intentado hacerlo lo mejor posible. Me lo paso bien con este lío de los blogs y la cocina. Un beso
ResponderEliminarQué cosa más RICA!!!!soy super fan de los scones!! gracias por la adaptación a la thermo!
ResponderEliminarEnhorabuena Marisa!!
Me alegro Marta. A ver si los haces y te quedan así de buenos. Un beso
ResponderEliminarMe ha encantado tu blog y por supuesto me he ido enseguida al british side..je,je..maldeformación profesional.
ResponderEliminarNo sé si conoces videojug:
http://www.videojug.com/film/how-to-make-roast-potatoes
Tiene secciones de todo tipo (no sólo de cocina), incluso alguna es muy divertida:
http://www.videojug.com/film/how-to-air-kiss
¡Mucha suerte!
Ana
Zaragoza
De verdad es que enganchas con cada receta que haces. Estoy sorprendida y alucinando claro que delicia por favor... suuuuuuuuuuuper interesante. Me encanta
ResponderEliminarMarisa, unos scones maravillosos. Los próximos este finde serán los tuyos. Es una receta de 2011 y yo entonces no estaba en ese mundo virtual ni en nuestras mesas camillas digitales ja, ja, ja, que comentamos de todo.
ResponderEliminarMuchos besos y me guardo la receta.
Patty, hace tanto tiempo, que ya ni me acordaba de cómo era la receta. Verla y me parecen pedruscos. Espero que si los haces, te queden mejor que a mí. Gracias por pasarte a leerme. Tenía dos meses el blog y no veas lo que me quedaba por aprender, pero ha cambiado todo tanto.
EliminarLa que organizaba el concurso de seguidores (era algo que se hacía en los blogs) hace años que ya ha cerrado el suyo.
Al menos, yo sigo por aquí.
Sí que es verdad, que nuestra mesa camilla virtual da para mucho y eso que yo no me implico tanto como tú.
Besos y gracias.