Seguimos con recetas muy sencillas. La mantequilla de cacahuete, ha sido un éxito, así que hoy vengo con otra crema untable y famosa.
Yo no soy de las que en la infancia abusaron de la famosa crema de cacao, avellanas y azúcar, pero me gustaba bastante. Sí que me pasé mucho comiendo mantequilla de los tres gustos y otra crema de chocolate en tarrinas, que no tenía nada que ver con la de avellanas. Regalaban los muñecos de Los Picapiedra y me los coleccioné todos, aunque eran simplemente, unas siluetas de goma. Servían para jugar y eso bastaba.
Hice hace mucho una crema de chocolate, pero llevaba mantequilla y ahora, es uno de los ingredientes, que no suelo utilizar. De casualidad, leyendo mi lista de blogs en Blogger, vi una crema que me guardé en seguida. La he modificado un poco porque la primera vez que la preparé, cometí errores y me dio la impresión de que las cantidades, no se trituran bien en el vaso de la TMX 5. Por lo tanto, seguid mi receta, porque no sale mucha cantidad, es sencilla y mil veces más sana, que la de bote.
Mi crema de chocolate está muy rica, pero muy poco dulce. Como es tan sencilla y se puede ir probando, podéis adaptarla a vuestro gusto. Lo más complicado es sacar la crema del vaso y verterla en un bote.
A mí me ha gustado mucho y tengo que cambiar de chip, cada vez que mi cabeza domina a mis pies y los lleva a la nevera.
A mí me ha gustado mucho y tengo que cambiar de chip, cada vez que mi cabeza domina a mis pies y los lleva a la nevera.
Con pan, galletas o a dedo, es un pecado muy recomendable. Preparad el mantel de cuadros y… ¡A comprar avellanas!
Ingredientes
- 200 g de avellanas tostadas
- 50 g de azúcar de abedul o de azúcar
- 90 g de leche desnatada o bebida vegetal
- 25 g de cacao en polvo sin azúcar (más o menos 3 cucharadas).
- 1 cucharadita de canela de Ceylán bio (o a gusto)
Antes de empezar…
- Si no tenemos las avellanas tostadas, o están sin tostar, ni pelar, repartirlas en una bandeja forrada con papel de horno y precalentado a 180º arriba/abajo. Tostarlas 15 minutos. (ir vigilando el horno); si es necesario, darles la vuelta y volverlas a tostar unos minutos más. Pasarlas a un paño y pelarlas.
Preparación en TMX 5
- Poner las avellanas en el vaso. Programar, 5 segundos, turbo (2 veces, 2 segundos y 1 segundo). Bajar los restos de las paredes del vaso y de la tapa. Programar después, 15 segundos, velocidad 10. Si las avellanas, no tienen consistencia de crema, repetir la operación, programando, 15 segundos, velocidad 10. Si las cuchillas no pueden trabajar, parar la máquina.
- Agregar al vaso el cacao, la leche, el azúcar de abedul o el azúcar y la canela. Programar, 1 minuto, velocidad 9. Como es complicado que se triture bien, yo lo que hago es parar la máquina cada 20 segundos y bajar los restos de paredes y tapa hacia las cuchillas. De esta forma, se facilita el triturado y se va comprobando la textura de la crema. También se puede aprovechar para probarla y modificar el dulzor o el punto de canela.
Preparación tradicional
- Poner las avellanas en el vaso de un procesador o robot. Triturarlas varias veces hasta conseguir una consistencia de crema. Si no es así, repetir la operación.
- Agregar al vaso el cacao, la leche, el azúcar de abedul o el azúcar y la canela. Triturar a velocidad alta. Como es complicado que se triture bien, es mejor parar la máquina cada 20 segundos y bajar los restos de paredes y tapa hacia las cuchillas. De esta forma, se facilita el triturado y se va comprobando la textura de la crema. También se puede aprovechar para probarla y modificar el dulzor o el punto de canela.
Finalización
- Sacar la crema del vaso con la ayuda de la espátula y verterla en un bote de cristal o tarrina. No es tarea fácil porque queda muy pegada. Mejor utilizar una espátula de lengua y un bote con con un bocal un poco más ancho de lo normal.
- Reservar en la nevera. No es mucha cantidad y se conserva bien varios días.
Notas:
- Sin la TMX, será necesario tener un buen procesador u otro tipo de robot que pueda triturar bien las avellanas.
- En la receta original , se mezclan avellanas y almendras, además de añadir una pizca de cardamomo. Yo no tenía almendras, pero eso no me importaba porque me apetecía más que predominara el sabor de la avellana. El cardamomo lo tenía sólo en vainas y se trituran muy mal, por lo tanto, si lo queréis utilizar, mejor en polvo e ir probando el sabor de la crema, para que no sepa fuerte a cardamomo.
- La canela tiene que ser de buena calidad y también es importante ir probando la crema para no pasarnos y que sepa demasiado.
- Aumenté la cantidad de cacao y no me arrepiento. Me gusta así.
- Mi crema queda espesa, pero se unta a la perfección. Si la queréis menos espesa, agregad un poco más de leche.
Bon profit!
Marisa que bonitos recuerdos de infancia, en donde hasta con piedras inventábamos la cantidad de juegos..
ResponderEliminarYo no sé porque no tengo una conexión de esas con el chocolate, en mi caso, de pequeña era más de suspiros y helados de dulce de leche o de coco caseritos y a veces de melcochas...
Como no soy de nutelas (porque no me apetecen mucho, no compro y tampoco se me había pasado por la cabeza intentar preparar una crema de estas...) Peroooo, como siempre digo, nunca digo nunca, y menos si se trata de algo casero, veo tu receta y me hace ojitos, sobretodo por la parte en la que dices que no es muy dulce (cosa que me encanta, porque algo chocolatoso y empalagoso no me gusta mucho; al contrario algo suave, con conocimiento de lo que lleva, bajo en dulce y aromatizado con delicadeza... sencillamente no podría resistirme ante la tentación que me siembras de probarla, no me niego y al contrario, te digo que ahora que ya estoy de nuevo en casa...(activando la cocina y retomando rutinas) la intentaré preparar, ya te contaré ;)
Te dejo un abrazo cálido mi querida amiga!
Marisa desde niña no he vuelto a comprar esa crema, me gusta pero tampoco es un ingrediente de mi lista de la compra, a mi hija le encanta el chocolate pero esta crema no creas que la pidió mucho, poca se ha comido, en casa nunca la hice y eso cambia totalmente al ser casera, la haces a tu gusto y sin aditivos, la verdad la pinta la tiene fabulosa y te entiendo para resistirse y no ir tanto a la nevera jeje, será un vicio....Bess
ResponderEliminarPero bueno, Marisa, que pecado mortal nos traes. Yo he crecido con la Nocilla, me la comía a cucharadas cuando nos veía nadie. Y ahora me pierde la Nutella, que no compro muy a menudo para no caer mala de un atracón.
ResponderEliminarYo también llevo tiempo detrás de hacerla casera, cuando me ponga tomare buena nota de tus indicaciones (yo le pondré azúcar moreno integral, seguro).
Mil besos avellanados.
Hola Marisa!!!
ResponderEliminarDesde pequeña no como crema de chocolate untada en el pan. Y tampoco es que la comí mucho.
En casa mi madre nos daba mas mortadela que dulce.
Es estupendo poderla elaborar en casa, siempre es más sano!
Un beso
Querida Marisa, tu crema me ha traído a la memoria, además de las meriendas de cuando era chica (mi madre compraba los vasos de nocilla para coleccionarlos), la Crema Gianduja que mi amiga Silvia Gomes del blog Silvando Aromas, publicó en 2015, y es que poco después de hacerlo, dejó de publicar por motivos personales, ¡la echo tanto de menos!, aunque estamos conectadas y sé que ahora está bien, no piensa de momento retomar el blog, creo que te hubiera gustado, escribe de modo alucinante, es muy erudita, además de una experta panadera porque amaba amasar panes, todos increíbles. Su blog sigue ahí, por si te apetece echarle una mirada (...silbandoaromas.blogspot...)
ResponderEliminarTu crema está diciéndome ¡cómeme! y con esas galletitas debe ser un pecado alucinante.
Besos, que disfrutes la tarde.
Marisa tu entrada de hoy me ha traído un montón de buenos recuerdos. En mi infancia lo que había era Nocilla, la Nutella llegó más tarde, al menos en mi pueblo. Recuerdo que comprábamos la Nocilla de dos sabores y la blanca volaba. Cuando he leído lo de la mantequilla de tres sabores ha venido rauda a mi memoria. Esas tarrinas de Tulicrem que devoraba con pasión en casa de mi abuela algunas tardes después del colegio. La crema rosa volaba, después la blanca y por último la de chocolate. Todos los primos éramos de buen comer pero sobre todo yo que arrasaba con mi parte y la de mi hermano que siempre ha sido malísimo para la comida ja ja ja
ResponderEliminarTu versión de la crema comercial tiene que estar de vicio. Está cargada de nutrientes saludables, calóricos sí, pero saludables que no es poco. No me extraña que tus pasos te lleven a la nevera.
Cada vez que te veo publicar me alegro muchísimo
¡Besos mil!
recuerdo la mantequilla de tres colores mi madre nos la ponía para merendar ,a mis hijos también les gustaba ,aunque ellos preferían la nocilla , también ahora suelo tener por si van los niños y les apetece ,pero casera tiene que ser una delicia ,y por supuesto mas sana ,anotada queda
ResponderEliminarbesitos
Las cremas de chocolate y avellanas caseras son lo más. Hace poco publiqué una en mi blog también, pero con calabaza, y si te gusta, te animo que la pruebes, porque está de vicio.
ResponderEliminarPor cierto, ya que estoy, ¡te invito a que te pases por mi blog que estamos de sorteo y seguro que te gusta!
Un besote.
Yo no fui de nocilla en mi infancia. Recuerdo que mi abuela tenía unas barras de pan con un olor que invadía todo el mueble en donde lo guardaba, y nos metía una onza de chocolate dentro del pan. En otras ocasiones, nos untaba el pan con mantequilla a la que le echaba azúcar por encima. Aquellas meriendas eran incomparables. Y mientras comíamos el bocadillo en la calle con un montón de niños, jugábamos a mil juegos inacabables sin necesidad de juguetes. Eramos libres, no había peligro, estábamos en contacto con la naturaleza y las "maquinitas" no nos dominaban. Todo ha cambiado y me da mucha pena que los niños de hoy en día no puedan disfrutar y conocer esa libertad. La nocilla, sí que hice mucha para mis hijos cuando eran pequeños, con el primer (o segundo, no se muy bien) modelo de la Th, que la base era de color naranja. Madre mía, como pasa el tiempo y cómo pasa la vida. No parece que pasó tanto tiempo desde aquellos juegos de mi infancia... En fín, querida amiga, tu receta me ha transportado y se que tiene que ser difícil dominar la tentación...
ResponderEliminarUn besín.
Hola Marisa,que bonita entrada y nos lleva a nuestra infancia con esas meriendad y me acuerdo buscando ese bote de nocilla sin que te viera tu madre .......que rica,me llevo tu receta para hacerla con mi tm5
ResponderEliminarMuchos besitos¡¡
leche, cacao, avellanas y azúcar.... Recuerdo aquel anuncio de la tele!! Qué rica estaba, por la tarde cuando volvíamos del cole y mi madre o mi abuela nos preparaban ese pan con nocilla. pero el tuyo no va a ser menos rico, además mu rebajado de calorías que no nos viene nada mal. Un beso Marisa, nos endulzas el momento!
ResponderEliminarQué recuerdos la mantequilla de tres colores de la infancia y lo que nos gustaba en aquella época.
ResponderEliminarNo uso mucha crema de chocolate, solo para hacer postres, pero seguro que esta caserita y más sana está muy rica.
Besos.
Hay si te contara mis juegos con nocilla en el internado lo que hacíamos con ella cuando nos mandaban chorizos de casa, como la nocilla nos gustaba le poníamos encima rodajas de chorizo y que buen manjar nos comíamos, lo mas bonito es que se lo conté a mis hijos y lo hacían ellos también, segurisimo que esta crema esta tan rica con esa galleta como mis bocatas, bsss
ResponderEliminarHola Marisa, qué buenos recuerdos me trae esta crema de chocolate, a cucharadas me la comía. Y hoy día haría lo mismo, pero me retengo. Es estupenda, y como la casera ninguna.
ResponderEliminarCualquier día de estos me pongo y la hago, crees que se pude congelar bien una parte? lo digo porque sino me la termino.. jeje. Un beset :)
Llevo tiempo pensando en hacerla por mis nietos. Seguiré sin duda tu receta
ResponderEliminarBss
Elena